Imagen de archivo de pescadores en la costa menorquina.

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El presupuesto de la institución, aprobado la semana pasada, prevé destinar 50.000 euros a la adquisición de una nueva barca de inspección, así como 30.000 euros en la compra de un vehículo y 3.000 en el equipamiento necesario para llevar a cabo esta labor.

Asimismo, el Consell destinará otros 20.000 euros al uso de drones para completar las tareas de inspección del litoral.

La institución puso en marcha en 2023 esta prueba piloto del uso de drones a la caza de pescadores furtivos en Menorca.

En su primer año, los drones realizaron alrededor de 300 vuelos para reforzar la labor de los inspectores en las reservas marinas del norte y la Isla del Aire.