Representantes de las tres cofradías de Menorca, de Ciutadella, Maó y Fornells se han manifestado en Madrid.

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El sector pesquero menorquín se unió este lunes a la huelga convocada por la Confederación Nacional de Cofradías de Pescadores, para rechazar la reducción de jornadas de trabajo de las embarcaciones de arrastre. Una docena de miembros de las tres cofradías, de Ciutadella, Maó y Fornells, participan en la concentración que, hasta las 23.59 de este martes, tiene lugar ante la sede de la Unión Europea en el Paseo de la Castellana, en Madrid. Mientras, la flota de arrastre y de artes menores permanece amarrada y las pescaderías, cerradas.

El colectivo se ha unido en contra de la Comisión Europea, que quiere reducir a 27 las jornadas de trabajo de las barques del bou en el Mediterráneo occidental, lo que haría desaparecer esta actividad económica que, principalmente, nutre a las pescaderías y mercados.

«Imposible subsistir»

«Si con el límite de 130 días ya nos venía justo, ahora ya será materialmente imposible subsistir», se queja Ramon Bondia, patrón del «Ciutat de Maó» y que, junto a su hijo Josep, lleva desde 1960 pescando en aguas del levante menorquín. En su caso, su embarcación es una de las cuatro de arrastre que siguen activas en Maó, pero también las barcas de artes menores han parado, «debemos permanecer unidos».

Bondia avisa de que, si no se rectifica, «no habrá futuro ni relevo generacional, pues ¿quién va a querer dedicarse a esto si apenas tendrá margen para poder trabajar y ganar dinero?», decía ayer a Efe.

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A mediodía, frente a la sede de la Cofradía de Maó hubo un acto de protesta bajo la pancarta colgada en la fachada, donde se lee «¿Te imaginas mantener a tu familia, si trabajas solo 27 días al año?».

Desde Madrid, el patrón mayor de la cofradía de poniente, Xavier Marquès, echaba en falta un acto conjunto de apoyo, con la clase política de la Isla. Respaldo que sí han recibido del Govern y de entidades como la Fundació Marilles. El conseller de Agricultura, Pesca y Medio Rural, Joan Simonet, viajó este lunes a Bruselas, donde, según fuentes de la conselleria, este martes se abordarán las cuestiones más importantes con el nuevo comisario de Pesca, Costas Kadis.

Pescadores que han secundado la protesta en el puerto de Maó. | Gemma Andreu

Consideración diferencial

Marilles reclama una consideración diferencial para la flota balear. Así, tildan de «drástica» la reducción que plantea la Comisión Europea, que es la «política de café para todos, que no creemos justa, porque no reconoce los esfuerzos de sostenibilidad y adaptación realizados por la flota balear». En este sentido, Marilles pone el acento en el buen estado de las pesquerías baleares, por las buenas prácticas aplicadas. «En el Mediterráneo, no tanto en Balears, hace décadas que sufrimos sobreexplotación pesquera», por lo que «es normal y deseable que haya medidas para recuperar las poblaciones de peces. Pero no tiene sentido hacerlo de un modo que nos haga perder la flota pesquera por el camino».

Aún más, con los datos que «demuestran que hay estocs que se están recuperando de forma significativa». Por eso, «la Fundació Marilles damos apoyo a los pescadores» y «pedimos más compromiso a las administraciones y al mismo sector», en favor de la sostenibilidad, implementando «medidas de bajo impacto, zonas de veda y otras» que protejan los hábitats.

El apunte

La presión de la flota de arrastre es menor en Balears

Según la Fundació Marilles, en Balears se han reducido un 44 por ciento los arrastreros en 18 años, más que en otras zonas del mediterráneo occidental, y «voluntariamente» faenan 4 días y no 5 a la semana. «Esfuerzos» por un «modelo de gestión económica-ecológica más eficiente que nunca han sido valorados», ni en Madrid, ni en Bruselas, al aplicar reducciones de días.