Imagen del último pleno de Sant Lluís, que acabó entre gritos y con la oposición abandonando la sala.

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El último pleno de Sant Lluís acabó como el rosario de la aurora y con los partidos de la oposición, PSOE y Volem Sant Lluís, abandonando la sala entre gritos. La tensión se desató, precisamente, durante la discusión de una moción presentada por los socialistas en la que se condenaban las actitudes violentas en la política, y se hacía referencia a los últimos incidentes sucedidos recientemente en Menorca, protagonizados por políticos de ámbito insular.

El pleno quedó interrumpido de manera abrupta después de que el PP acusara a Volem de connivencia con la banda terrorista ETA y con el rapero Valtonyc.

En el texto de los socialistas también se pedía una reprobación especial del concejal Jorge de Diego por su comportamiento en la comisión informativa territorial del pasado 23 de septiembre, en la que llamó «tonto» al edil socialista Alonso Santos, aunque negó haberle amenazado.

En la moción que no se llegó a votar se hacía una defensa «de los valores primordiales de la cordialidad y el respeto a las diferencias como pilares fundamentales de la política y la democracia».

Condena de la agresividad

En la moción presentada por los socialistas se denunciaban las «manifestaciones de agresividad» que se han repetido en los últimos meses, y se citaban los incidentes protagonizados por Jorge de Diego en la comisión de territorio de Sant Lluís, Gabriel Le Senne en el Parlament balear o el director insular Mateu Aínsa en las fiestas de Es Castell. También se hacía referencia a los «malos modos constantes» en los ayuntamientos de Es Migjorn y Es Mercadal, entre otros.

«Todos estos casos representan una peligrosa escalada de hostilidad y enfrentamiento, que no solo perjudica el clima de respeto y diálogo que tiene que caracterizar la política, sino que alimenta la polarización de la sociedad», se señalaba en el texto.

De Diego se defiende

La tensión en el pleno se empezó a elevar cuando el concejal Jorge de Diego tomó la palabra para defenderse y volver a negar las acusaciones de la oposición. «Yo no amenacé nunca, jamás y en ningún momento a ningún miembro de los grupos de izquierdas», enfatizó.

Pero De Diego no se limitó a defenderse, sino que pasó al ataque y acusó a la concejal Emma Navarro, de Volem Sant Lluís, de connivencia con la violencia. «Últimamente, han tenido la ocurrencia de incluirme en una lista de personas a su juicio violentas, pero hay más listas, como la de Ara Repúbliques, en la que mi nombre no aparece, pero en la que la señora Navarro luce su nombre orgullosa al lado de integrantes de Bildu condenados por pertenencia a organización terrorista», afirmó.

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«Como concejal de Sant Lluís me avergüenzo profundamente que en los registros oficiales de esta casa tengan que figurar su nombre y el mío juntos, porque por muy alto que sea mi tono de voz, jamás se va a asemejar a los sonidos a los que sus compañeros de lista están acostumbrados», añadió dirigiéndose a Navarro.

De Diego finalizó su intervención anunciando querellas contra la oposición y se retiró para no intervenir en la posterior votación, que no se llegó a producir.

Indignación de la oposición

Las palabras de De Diego causaron indignación entre los partidos de izquierda. Desde Volem Sant Lluís, Emma Navarro lamentó estar viviendo un «momento muy triste y decepcionante», y se reafirmó en la condena de la actitud del concejal del equipo de gobierno. «En la sala hubo insultos y gritos, y una actitud que no se pueden permitir en una comisión», aseguró.

Por su parte, la portavoz del PSOE, Sílvia Pérez, desmintió de nuevo las palabras de De Diego: «Lo que acabo de oír es patético porque está amenazando, sigue en sus trece y no hay un atisbo de generosidad. En la comisión hubo insultos y gritos, y aquí nadie miente». Además, Pérez se mostró muy molesta por las referencias a Bildu. «Bildu es un partido democrático, a ver si nos enteramos ya de una vez», añadió visiblemente indignada.

Autobús con nitroglicerina

La última de las intervenciones, y la que provocó el final abrupto del pleno, fue la del concejal del PP Alberto Herrán, que afeó a los grupos de la oposición el haber denunciado públicamente y a través de los medios de comunicación lo ocurrido en la comisión informativa de territorio.

«El artículo 24 de la Constitución dice que todos los españoles tienen derecho a una tutela judicial efectiva, sin que se pueda producir indefensión, y en este caso ustedes han sido parte implicada, acusación y juez. Han asumido todas las posturas, condenando a una persona a la conocida como pena del telediario, y esta es su normalidad democrática», señaló.

A continuación, Herrán volvió a negar las amenazas y agresiones de De Diego, así como la complicidad del PP, y acusó a Volem Sant Lluís de mentir, aunque dio la razón a De Diego cuando llamó «tonto» al concejal socialista, por considerar que el uso de esta palabra fue ajustado al significado que da la Real Academia Española.

El pleno explotó finalmente cuando Herrán volvió a hacer referencia a la banda terrorista ETA y a una de las frases por las que el rapero Valtonyc fue condenado a pena de cárcel. «Por un ‘tonto’ parece que hay que rasgarse las vestiduras, pero cuando se dijo que había que poner un autobús con nitroglicerina cargado de gente del PP o que ETA tenía que poner una bomba, desde Més per Menorca dijeron que era libertad de expresión», afirmó.

Después de estas palabras, la oposición se levantó entre gritos, aspavientos y muestras de indignación, y aunque la alcaldesa Loles Tronch intentó llamar a la calma, los concejales del PSOE y Volem Sant Lluís abandonaron la sala de plenos y ya no volvieron.