Miembros de colectivos de la sociedad, técnicos y otros agentes, en la jornada celebrada en el Colegio de Enfermería. | Gemma Andeu

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El ocio de calidad es el factor más importante de prevención de las adicciones entre los jóvenes. Esta es una de las principales conclusiones de profesionales de los servicios sociales comunitarios de Maó, a la que llegan después de años de trabajo y de programas públicos basados en las charlas de concienciación en los centros educativos que no acaban de lograr su objetivo: evitar el consumo de sustancias a edades tempranas.

Los jóvenes en las escuelas e institutos conocen las drogas, sus peligros y el riesgo de engancharse «pero siguen consumiendo», explican desde el área social, tras celebrarse la primera jornada participativa para realizar un diagnóstico sobre las drogodependencias y otras adicciones en el municipio. Este encuentro, con miembros de colectivos vecinales, deportivos, docentes, sanitarios, técnicos,  políticos y representantes del Instituto Europeo de Estudios en Prevención de Drogas (Irefrea), tuvo lugar recientemente en el Colegio Oficial de Enfermería de Balears, en su sede de Maó, y se enmarca en el Plan municipal de Drogas y otras adicciones.

Sustancias e internet

El alcohol predomina sobre las sustancias adictivas que consumen los jóvenes menorquines de 12 a 18 años, según los estudios de conducta que incorpora el plan municipal de drogas; le siguen el tabaco (aunque el consumo diario de este ha bajado, es más esporádico y de fin de semana) y el cannabis; a distancia están la cocaína, los hipnosedantes sin receta y las drogas de síntesis así como los alucinógenos, la heroína y los inhalantes; sin olvidar que la tecnología también está generando adicciones, como el uso abusivo de internet.

El consumo temprano de cualquiera de estas sustancias, legales o prohibidas, eleva las probabilidades de que se genere una adicción.

La jornada participativa para el desarrollo del plan de drogas tomó como punto de partida del debate colectivo el alcohol, «es lo que más se consume, es legal y socialmente afectado, acompaña nuestras fiestas y puede potenciar el consumo de otras sustancias», explican las técnicas municipales de Maó, quienes inciden en la necesidad de que se implique toda la sociedad en la prevención, «necesitamos una respuesta social potente, reforzar ese ocio de calidad como factor preventivo, solo el taller o la charla en la escuela ya no valen».

En el alcohol además juega en contra de la prevención el hecho de la permisividad familiar y social, destaca como un factor que predispone a beber más la percepción de los jóvenes respecto al consentimiento y el consumo frecuente de sus padres.

La primera jornada participativa se dedicó a escuchar a las entidades representadas para, a partir de sus percepciones y aportaciones, elaborar un diagnóstico de las adicciones en el municipio.

La comisión técnica encargada del desarrollo del plan pone el foco en el ocio. La idea es recopilar toda la oferta existente (ocio educativo, cultural, deportivo, comunitario, nocturno) para realizar «una fotografía» y «a partir de ahí detectar cuál va más ligado al consumo» e incluso identificar puntos conflictivos.

Acciones

Con el encuentro participativo se cumplió uno de los puntos del cronograma del Plan municipal de Drogas, que incluye además dos comisiones, una ciudadana que constituyen las personas del Consell Municipal de Serveis Socials, y otra técnica, con miembros de los servicios de educación, juventud, atención primaria y familia y coordinadores del plan del Ayuntamiento, una policía tutor, así como representantes de la Unidad de Conductas Adictivas del Consell, Proyecto Hombre y el Ib-Salut.