Los jóvenes en las escuelas e institutos conocen las drogas, sus peligros y el riesgo de engancharse «pero siguen consumiendo», explican desde el área social, tras celebrarse la primera jornada participativa para realizar un diagnóstico sobre las drogodependencias y otras adicciones en el municipio. Este encuentro, con miembros de colectivos vecinales, deportivos, docentes, sanitarios, técnicos, políticos y representantes del Instituto Europeo de Estudios en Prevención de Drogas (Irefrea), tuvo lugar recientemente en el Colegio Oficial de Enfermería de Balears, en su sede de Maó, y se enmarca en el Plan municipal de Drogas y otras adicciones.
Sustancias e internet
El alcohol predomina sobre las sustancias adictivas que consumen los jóvenes menorquines de 12 a 18 años, según los estudios de conducta que incorpora el plan municipal de drogas; le siguen el tabaco (aunque el consumo diario de este ha bajado, es más esporádico y de fin de semana) y el cannabis; a distancia están la cocaína, los hipnosedantes sin receta y las drogas de síntesis así como los alucinógenos, la heroína y los inhalantes; sin olvidar que la tecnología también está generando adicciones, como el uso abusivo de internet.
El consumo temprano de cualquiera de estas sustancias, legales o prohibidas, eleva las probabilidades de que se genere una adicción.
La jornada participativa para el desarrollo del plan de drogas tomó como punto de partida del debate colectivo el alcohol, «es lo que más se consume, es legal y socialmente afectado, acompaña nuestras fiestas y puede potenciar el consumo de otras sustancias», explican las técnicas municipales de Maó, quienes inciden en la necesidad de que se implique toda la sociedad en la prevención, «necesitamos una respuesta social potente, reforzar ese ocio de calidad como factor preventivo, solo el taller o la charla en la escuela ya no valen».
En el alcohol además juega en contra de la prevención el hecho de la permisividad familiar y social, destaca como un factor que predispone a beber más la percepción de los jóvenes respecto al consentimiento y el consumo frecuente de sus padres.
La primera jornada participativa se dedicó a escuchar a las entidades representadas para, a partir de sus percepciones y aportaciones, elaborar un diagnóstico de las adicciones en el municipio.
La comisión técnica encargada del desarrollo del plan pone el foco en el ocio. La idea es recopilar toda la oferta existente (ocio educativo, cultural, deportivo, comunitario, nocturno) para realizar «una fotografía» y «a partir de ahí detectar cuál va más ligado al consumo» e incluso identificar puntos conflictivos.
Acciones
Con el encuentro participativo se cumplió uno de los puntos del cronograma del Plan municipal de Drogas, que incluye además dos comisiones, una ciudadana que constituyen las personas del Consell Municipal de Serveis Socials, y otra técnica, con miembros de los servicios de educación, juventud, atención primaria y familia y coordinadores del plan del Ayuntamiento, una policía tutor, así como representantes de la Unidad de Conductas Adictivas del Consell, Proyecto Hombre y el Ib-Salut.
4 comentarios
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Los casales joves deberían ponerse las pilas en Maó, la oferta es irrisoria, y como bien comentan...poco más que ir a Mercadona y deambular sin rumbo por una tétrica calle Nueva, Arravaleta etc, un sábado tarde. Propuestas hay miles, pero sólo quedan en eso ...
La verdad es que salvo que practiquen algún deporte con amigos y tengan competición poco más que pasear y comer pipas. No hay nada para los adolescentes. Molt triste.
Pues el CasalJove en invierno ni existe, en Ciutadella vemos boxeo, baile,escalada, etc en Maó nada de nada... Tal vez la oferta debería ser los sábados por la tarde, algo que permita a los jóvenes tener opciones...
Muy buena iniciativa... Que choca con una cuidad que no ofrece ocio, ni zona de encuentro a los chavales de 12 a 16 años... Van al Mercadona a comprar, han de quedar en casas... Los ves paseando sin rumbo, esperando cumplir los 18 años para ir a los bares... Al menos en Mahón, es así...