La planta de desnitrificación biológica de Malbúger, la única de este tipo en Menorca, entró en funcionamiento en 2021. | Josep Bagur Gomila

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La presencia de elevadas concentraciones de nitratos en el agua de Maó viene de lejos, y hasta el momento no se ha conseguido encontrar una solución definitiva a este problema que tiene múltiples causas, como la contaminación de origen químico procedente de la agricultura y la ganadería, las pérdidas de la red de saneamiento o la existencia en la Isla de numerosos núcleos rurales sin alcantarillado. A todo ello, se suman las intensas extracciones de agua de los acuíferos, puesto que a menos agua, más concentración de nitratos.

Para intentar mejorar la calidad del agua de boca en el municipio de Maó, en 2017 el Ayuntamiento optó por la instalación de una estación de desnitrificación biológica en el depósito de Malbúger, que funciona mediante un proceso de filtraje que permite la transformación de los nitratos del agua en nitrógeno gas, mediante la acción de unos microorganismos desnitrificantes. En ese momento se optó por la desnitrificación como una medida paliativa, mientras se ponen en marcha acciones de más calado, que permitan mejorar la gestión del ciclo del agua y abordar las causas de la contaminación.

El informe que Hidrobal hizo llegar al Ayuntamiento el pasado 23 de agosto, y cuya recepción se demoró un mes, incluye un gráfico en el que se muestran los datos de los controles de nitratos realizados en el depósito de Malbúger y en la red de distribución. Las mediciones se refieren a un periodo comprendido entre el 8 de mayo y el 6 de agosto, y muestran cómo en diversas ocasiones la concentración de nitratos en la red de agua y en otros puntos de la planta superó los 50 miligramos por litro que la normativa establece como límite para el consumo humano.   

Pero lo cierto es que la instalación de la desnitrificadora de Malbúger no ha sido fácil, y ya desde su puesta en funcionamiento, en octubre de 2021, se han sucedido los fallos de funcionamiento, que han obligado a Hidrobal, la empresa concesionaria del servicio de agua en el municipio, a trabajar de manera continua para implementar mejoras, de la mano del fabricante y de los técnicos municipales. Todo ello ha comportado que en algunos momentos el agua que salía de la planta superara los 50 miligramos por litro de nitratos, el límite que marca la normativa para considerarla apta para el consumo, y que han provocado diversos requerimientos de la Conselleria de Consumo, referidos a la calidad del agua.

Fallos de diseño

En el informe que Hidrobal envió al Ayuntamiento el pasado 23 de agosto, en el que se recomendaba desconectar la planta de la red de suministro a causa de su mal funcionamiento, la empresa concesionaria recuerda al Consistorio todas las medidas que ha tenido que tomar desde 2021 para subsanar los fallos de diseño.

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La empresa refiere que en su momento ya se tuvo que corregir la instalación para reducir el agua de rechazo generada durante el proceso, que alcanzaba el 12 por ciento, cuando según el proyecto inicial tenía que ser del 1,5 por ciento. Finalmente, se ha podido reducir hasta el 8 por ciento. También se detectaron comunidades de microorganismos (biofilm) que se propagaban por toda la instalación, y cuya limpieza comportaba la parada total de la planta.

Asimismo, fue necesario ajustar el funcionamiento para evitar que se superasen los máximos permitidos de algunos parámetros como los nitritos o los coliformes.  Además, su puesta en    marcha también se retrasó porque fue necesario cambiar la tubería de salida, ya que el diámetro era demasiado pequeño.

A todos estos problemas se suman ahora las incidencias detectadas desde el pasado mes de noviembre, que han requerido la aplicación de nuevas medidas correctoras, que no han conseguido garantizar la estabilidad de los parámetros del agua en la red de Malbúger, lo que ha obligado al Ayuntamiento a parar la planta y a avisar a la ciudadanía sobre la no aptitud del agua suministrada.   

Dificultades y coste económico

Las dificultades que ha tenido Hidrobal para gestionar la desnitrificadora de Malbúger quedan reflejadas en el informe de incidencias que mandó al Ayuntamiento el pasado agosto, y en el cual el concesionario del servicio de agua remarca que solo dispone de un manual de operaciones muy básico (de ocho hojas), que es el que siguió para poner en marcha la planta. Por ello, en numerosas ocasiones han tenido contactar  con la empresa fabricante para pedir consejo e implementar mejoras.

Ante esta situación,  desde Hidrobal advierten de que el coste de todas estas actuaciones ha supuesto un gran esfuerzo económico para ellos, que ya no pueden asumir. De esta manera, se abre ahora la incertidumbre sobre el futuro de la gestión de esta planta y de la que el Ayuntamiento prevé abrir en breve en Sant Climent.

Las claves
  1. Cuando se puso en marcha la planta, se detectaron fallos de diseño

    En el informe que Hidrobal ha enviado al Consistorio se recuerda que durante la puesta en marcha de la desnitrificadora, fue necesario corregir fallos de diseño.

  2. Desde el pasado mes de noviembre se han sucedido las incidencias

    Desde el pasado mes de noviembre, Hidrobal ha detectado numerosas incidencias que no han permitido garantizar en todo momento la calidad del agua.

  3. La comunicación entre Hidrobal y el Ayuntamiento no es buena

    La comunicación entre el Ayuntamiento de Maó y la empresa Hidrobal no ha sido fluida hasta ahora. Por ello, las dos partes proponen mejoras.