Isabel Petrus y Daniel Fernández, miembros de la delegación en la Isla de API Balears. | Katerina Pu

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El acceso a una vivienda, tanto de compra como de alquiler, se ha convertido en una odisea para muchas personas, generando una frustración que se extiende entre cada vez más capas de la población. Menorca no escapa a esta problemática y, de hecho, en la Isla esta situación se agrava por la escasez de oferta, que en el caso del alquiler de larga duración alcanza niveles alarmantes.

Desde la delegación menorquina del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears tienen claro que el origen de la crisis habitacional está en la falta de construcción de vivienda, lo que atribuyen a los largos plazos de concesión de las licencias de construcción por parte de los ayuntamientos y a las dificultades de los promotores para acceder a la financiación de los bancos.

«La situación actual del mercado inmobiliario deriva de la falta de obra nueva, porque hace doce años que apenas se construye vivienda plurifamiliar en Menorca», afirman sin dudarlo Isabel Petrus y Daniel Fernández, miembros de la junta de la asociación.

Licencias

Los agentes de la propiedad inmobiliaria aseguran que en la Isla se puede tardar hasta dos años para obtener una licencia de construcción en el caso de un bloque de viviendas, un plazo muy largo que se da en todos los ayuntamientos, sin excepción. «Para los promotores significa tener el dinero parado durante todo este tiempo», lamenta Petrus.

Por ello, piden a las administraciones que tomen medidas para corregir esta situación, y proponen que los consistorios simplifiquen los procesos y permitan que las obras empiecen mediante una declaración responsable.

«Los promotores no se pueden arriesgar a hacer un contrato con un comprador porque no saben cuándo podrán tener la fecha de entrega, puesto que depende del ayuntamiento», remarcan. Por este motivo, se muestran convencidos de que si se pudiera asegurar que las licencias se conceden en un plazo no superior a los seis meses, serían muchos los promotores que se animarían a poner en marcha proyectos.

Financiación

También se quejan de las dificultades que tienen los promotores para acceder a la financiación, a causa del endurecimiento de las condiciones por parte de los bancos, algo que no pasaba años atrás. «Ahora exigen como condiciones para dar un crédito que el solar esté pagado y hasta el cuarenta por ciento de los pisos vendidos antes de empezar las obras», asegura Petrus, quien explica que en muchas ocasiones «los promotores venden el piso por un precio y al cabo de dos años, cuando pueden construirlo, el coste de los materiales y de la mano de obra se ha disparado». «En la crisis del 2008 los bancos abrieron la puerta demasiado y ahora está pasando lo contrario. Es necesario buscar un término medio», resume Fernández.

Otro de los problemas que destacan desde el sector es la falta de mano de obra en la construcción, una complicación que va a más y que se suma al resto de factores que están frenando la construcción de vivienda nueva en Menorca.

Inseguridad jurídica

En cuanto a la escasez de alquileres de larga duración en la Isla y la proliferación del alquiler turístico y temporal, los API se muestran convencidos de que se debe a la inseguridad jurídica a la que están sujetos los propietarios, que optan por este tipo de alquileres, o incluso por vender, para eludir la desprotección ante los posibles impagos.

«Las leyes que se han hecho para proteger a los inquilinos han funcionado muy bien para los que ya tenían un alquiler, pero han dificultado el acceso a la vivienda a los que no lo tienen», señala Petrus. También creen que si se consiguiera eliminar la oferta de alquiler vacacional ilegal, una parte del problema del alquiler residencial en la Isla se podría solucionar.

El apunte

La construcción industrializada: solución a la crisis

Ante la falta de mano de obra en el sector de la construcción y los altos precios de los materiales, una problemática que afecta especialmente a lugares como Menorca, desde el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Balears apuestan por la construcción industrializada, una metodología constructiva en la cual la mayor parte de los componentes estructurales de la vivienda se fabrican de manera automatizada, y luego se transportan al lugar de construcción para su ensamblaje final. Se trata de un proceso innovador, que se aparta de la construcción tradicional, en la    que todas las tareas constructivas se realizan in situ.

«Este método permite al promotor no sufrir la subida de los costes de material y de mano de obra durante los tres años que pueda tardar en acabar los trabajos», explica Isabel Petrus, vocal de la asociación en la Isla. Además, Petrus remarca que la aplicación de esta técnica en Menorca «permitiría construir rápido y bien, porque los materiales tienen todas las garantías,    y además abarataría los costes».