La necesidad de demoler y trasladar un centro transformador de electricidad de Endesa demora la apertura del nuevo geriátrico. | Archivo

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La obra del geriátrico de Santiago en Maó ronda el 95 por ciento de su ejecución, el Consorcio balear de Recursos Sociosanitarios y Asistenciales prepara la licitación de su equipamiento y mobiliario, sin embargo, lo más probable es que no pueda funcionar hasta finales de 2025.

Ese es el plazo que maneja la Conselleria de Familia y Asuntos Sociales por un nuevo obstáculo en el proyecto, esta vez debido a la necesidad de demoler y trasladar un centro transformador de electricidad de Endesa que actualmente da servicio a esta zona de Maó.

No es un proyecto menor, explicó ayer el gerente del Consorcio, Alejandro Mora, durante la visita realizada por la consellera Catalina Cirer y su equipo a las obras del nuevo centro de día de Alaior. Se necesita retirar la antigua edificación, realizar conexiones e incorporar el centro de transformación a un habitáculo preparado en el nuevo geriátrico, es una actuación de suficiente magnitud como para retrasar aún más la inauguración, los técnicos del Consorcio aún no saben cuánto puede tardar Endesa pero hacen una primera estimación de 8 meses.

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Condiciona la reforma de la residencia

La apertura del geriátrico de Santiago condiciona asimismo otro proyecto, el de la reforma que quiere acometer el Consell insular en su residencia para mayores del centro de Maó. Este proyecto para modernizar el inmueble de Josep Anselm Clavé, no está todavía claro, «se tiene que hablar con la consellera Reynés», afirmó ayer la consellera Catalina Cirer, «no se ha decidido si se hará o no».

El gerente del Consorcio Sociosanitario, Alejandro Mora, aportó más detalles, como que en una primera inspección ocular ya se comprobó que los techos son muy bajos para las instalaciones de climatización que se necesitan. Un problema arquitectónico de partida que complica la obra, «para hacer un espacio óptimo se tendría prácticamente que demoler y volverse a hacer, estamos todavía hablando sobre cómo abordar esta petición de reforma», añadió.

Cirer ya había comentado momentos antes la dificultad de reformar residencias existentes en el centro de los municipios, «son espacios concebidos hace mucho tiempo y con exigencias normativas y asistenciales distintas a las actuales», e insistió en que «es muy difícil que se pueda adaptar un espacio reducido a la nueva normativa» porque ahora se exigen habitaciones y otras dependencias más grandes «para dar una mejor atención».

La consellera aboga por un    cambio en el modelo asistencial. «Se debe trabajar para que la gente se pueda quedar en casa si así lo quiere, dar más protagonismo a la asistencia a domicilio», pero también, añade, «a una serie de recursos para personas con un grado de dependencia no muy elevado pero con soledad no deseada, con ciertas enfermedades, con un entorno habitacional no adecuado o sin red familiar». En esos casos se podrían utilizar esos centros urbanos «sin que sean residencias para una dependencia del grado III», concluye.

El apunte

El Consell negocia con el Govern más financiación para la atención domiciliaria

El pleno del Consell aprobó ayer instar al equipo de gobierno a seguir trabajando con el Govern y los ayuntamientos para incrementar la financiación destinada al Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) para dependencia, y a comprometerse con la puesta en marcha de diferentes recursos para atender el envejecimiento de la población. La propuesta partió del PSOE pero solo fue aprobada de forma parcial y con la incorporación de una enmienda del PP. Bàrbara Torrent y Carmen Reynés, exconsellera y actual titular de Bienestar Social, intercambiaron reproches sobre la ampliación de las plazas residenciales y la lista de espera, pero finalmente se acordó potenciar el SAD en todos los municipios, aunque no con el mismo formato de alta intensidad que se llevó a cabo como proyecto piloto en Sant Lluís. Reynés avanzó que se negocia con el Govern un aumento de financiación para el SAD porque Menorca, con 200 personas, recibe 417.00 euros mientras que Eivissa, con 81, ingresa 721.000 euros.