Los plásticos agrícolas se acumulan en las fincas tras más de un año sin servicio de recogida

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Las explotaciones agrarias de la Isla tendrán que asumir los costes de la gestión de los plásticos agrícolas, que desde hace más de un año se acumulan en las fincas ante la paralización del servicio de recogida.

Después de que el sindicato Unió de Pagesos denunciara este martes la falta de soluciones al problema por parte del Consorci de Residus i Energia de Menorca, el ente dependiente del Consell advirtió a las empresas del sector agrario de que este tipo de residuos –en buena medida usados para el embalaje de paja– se asimilan a residuos industriales y por lo tanto su gestión es responsabilidad del sector y no de la administración.

No obstante, desde el Consell insular aseguran que están trabajando para concretar una línea de ayudas al sector para afrontar los costes asociados a la gestión de los plásticos agrícolas, unas subvenciones que se articularían a partir del año 2025. La institución, que expresó este martes su intención de apoyar al sector en esta materia, intentó el pasado mes de agosto llevar a cabo una contratación externa para prestar el servicio de recogida mientras no se aprueban estas ayudas públicas, sin embargo, la oferta quedó desierta.

Desde Unió de Pagesos lamentaban que el Consorci les niega la posibilidad de depositar estos residuos en las ‘deixalleries’ y que tampoco pueden llevarlos al Área de Gestión de Residuos de Milà «sin pasar por caja ni ningún control». Y es que este tipo de residuos no se pueden reciclar actualmente y para depositarlos en el vertedero de Milà hay que pagar la correspondiente tasa de vertido. «Hemos hecho gestiones con el Consell y con el Consorci, pero estamos a mediados de septiembre y no tenemos soluciones ni respuesta a las peticiones del sector», lamentan desde el sindicato agrícola.

Por su parte, desde el Consell insular salieron  al paso de esta denuncia asegurando que actualmente, mientras no se articulan estas ayudas, se está buscando una solución «a corto plazo para que se pueda establecer un servicio de recogida». Una solución que solo sería temporal ya que, insisten desde la institución, «en última instancia el sector agrario debe ser responsable de la gestión de los residuos plásticos agrícolas».

El Consell busca por otra parte vincular estas ayudas a posibles líneas de mejora de la gestión, favoreciendo una transición hacia el uso de materiales más sostenibles, que no tengan que terminar engordando el vertedero insular. Mientras tanto, las fincas han optado por acumular esos residuos plásticos, que proliferan en esta época del año después de las labores de preparación del campo para el periodo invernal. La imagen que ofrecen algunas explotaciones agrarias pone de manifiesto el problema que existe con la gestión de los plásticos agrícolas.

Hasta 2022 el servicio de recogida los prestaba el Consorci de Residuos i Energia a través de las empresas de recogida de residuos urbanos o domésticos. Sin embargo, «atendiendo a la normativa y a sus estatutos», dejó de hacerlo con la puesta en marcha de los últimos contratos de recogida. Durante una parte de 2023 se contrató a una empresa externa para ofrecer el servicio deforma excepcional, pero ahora no se ha encontrado relevo.

El apunte

Un residuo que no se recicla y acaba en el vertedero

Actualmente los llamados plásticos agrícolas, asimilables a un residuo industrial, no se pueden tratar para su reciclaje, por lo que tienen que ser depositados en el vertedero de Milà. La normativa establece que los responsables de su gestión (en este caso las explotaciones agrarias) deben asumir la llamada tasa de vertido.