¿Alguna vez se imaginó que tendría que huir de su país?
—Jamás me imaginé que iba a emigrar ni exiliarme. Con Hugo Chávez en el poder algunas personas decían «esto se va a poner como Cuba» pero muchas otras negaban que eso pudiera pasar, «nosotros somos la joya, tenemos petróleo, coltán, es imposible que nosotros hagamos cola para comprar un pan o que tengamos una tarjeta de racionamiento», decían. Y mira ahora, está peor, porque los cubanos que estaban en Venezuela se regresaron.
¿Cuándo decidió marcharse?
—En realidad no decidí, mi hermana desde España gestionó la residencia por causa humanitaria, después de que tuve que resolver todo lo de mi padre, entré en una depresión muy severa y no había medicinas. Cuando te exilias entras en un limbo, pierdes tu identidad, ya no tienes tu cédula, pierdes tu profesión, los años trabajados, tu clima, tu comida, tus amigos, lo pierdes absolutamente todo, en mi caso también a mi padre.
¿Qué le sucedió?
—Fue asesinado. Mi padre Rafael Gil fue cofundador de un partido político, la verdadera izquierda de los años 70, el Movimiento Electoral del Pueblo (MEP) que luego mutó al MAS (Movimiento de Acción Socialista). Inicialmente esos partidos apoyaron a Chávez, porque sobre el papel al principio se vislumbraban buenos proyectos de cambio, sociales, de diversificación económica e incluso con apertura a la inversión privada. Dijo por ejemplo que él jamás cerraría medios de comunicación. Pero en realidad fue un golpista que se aprovechó de la situación, del Caracazo de 1989 y de la crisis, ya en 1992 dijo que no había logrado sus objetivos «por ahora»; mi padre y muchas otras personas que tuvieron cargos de alto nivel dejaron de creer en esa izquierda que se transformó en populismo, corrupción y manipulación de la figura de Bolívar.
¿Saben qué le sucedió?
—En noviembre de 2016 desapareció, a mí me llamó mi madre, yo trabajaba en teatro y como periodista en Caracas, volé a Valencia, pasé días recorriendo hospitales, lo encontré seis días después de su muerte en una morgue donde había cientos de personas, había aparecido muerto en la calle. Sé que fue el régimen de Maduro. Mi padre era profesor y abogado, después me relataron que había reprochado a unos militares que vendían productos a un precio elevado en una cola para comprar alimentos. (Mariana hace pausas en la conversación y contiene la emoción cuando se refiere a la búsqueda y reconocimiento de su padre, cuya autopsia reveló que murió por una paliza).
Fue su particular infierno.
—Así es, busqué como loca por todos los hospitales y me di cuenta del desastre, vi gente tirada por el suelo y los médicos tratando de curar con cualquier cosa porque no tenían nada, orines, sangre..., hasta que me dijeron que días atrás habían traído a una persona muerta y tenían sus pertenencias, eran las de mi padre. Había cientos de personas en aquel drama y allí comprendí la gravedad de la situación y el nivel de violencia que existía. Fue un golpe muy duro, mis hermanos ya estaban todos fuera del país y tuve que resolverlo yo para que mi madre no pasara por esa debacle. Aún estoy con ayuda psicológica.
¿Qué opina de la postura de España y qué diría a quienes dudan del relato disidente y justifican el gobierno de Nicolás Maduro?
—Creo que el gobierno español es demasiado laxo, otros países se han pronunciado y lo han hecho con contundencia, la realidad es evidente. A los que dudan les diría que tendrían que vivir allá, yo les sugeriría comprarse un pasaje y vivir al menos un mes en Venezuela, pero como viven los ciudadanos de a pie, no como los altos cargos o los turistas que van a ciertas zonas muy protegidas. El gobierno actual es de delincuentes, ya no hablamos de si es de izquierdas o no, si es de tendencias más o menos radicales, hablamos de derechos humanos, de gente desaparecida, yo misma tengo dos amigas periodistas que han desaparecido, la situación es peor de lo que la gente aquí se cree. Más allá de lo que uno piensa, si es o no de izquierdas, hay que evaluar las cifras y lo que está pasando con el sistema económico y con los derechos humanos en Venezuela.
La ACNUR considera el éxodo venezolano como el mayor que ha vivido América Latina en la época moderna.
—Somos ya cerca de 8 millones de exiliados, personas que se han ido por la violencia, por el control cambiario, porque ganan 15 dólares al mes, porque no hay medicinas, por la situación política, para tratar de hacer dinero fuera y ver cómo sacan luego a su gente..., el éxodo venezolano es el más grande de los últimos tiempos, y se vive la peor devaluación de la moneda, al punto que ya va por catorce ceros y hay una dolarización, no oficial, pero sí de facto. Estamos ante un gobierno nefasto, con una política económica desastrosa y que le ha robado las pensiones a la gente. Mi madre se quedó sin pensión, miles de personas mayores exiliadas en España y en otros países perdieron sus pensiones, entre todo lo que nos robaron. Un país con un sistema penitenciario en lo último, incluso hay personas que están hablando ya de una pranocracia.
¿A qué se refiere cuando habla de pranocracia?
—Los pranes en Venezuela son los líderes de las cárceles, que desde allí gestionan y tienen poder, desde las cárceles dictan secuestros, robos, tráfico de armas y drogas..., digo yo que será con la anuencia del gobierno. Entonces hay que tener una posición consciente, más allá de lo que pensamos que es ser de izquierdas o no, que la gente se informe por favor de lo que está pasando.
La justicia venezolana ha emitido una orden de arresto contra Edmundo González, el candidato opositor. ¿Está al corriente de lo que sucede en su país desde el exilio?
—Quise desconectarme porque me hace mucho mal. Edmundo González es una persona honorable, estudiada, pero en Venezuela se acabó la meritocracia, vale más el carné del partido de ellos y no puedes hablar, o tienes veto o estás muerto, esa es la gran realidad. No se sabe si eso es un capitalismo de Estado, entre el gobierno de Maduro, los chinos y los rusos tienen el control de todo, de las minas, el petróleo, y han destruido el sistema productivo, todos los poderes están controlados.
¿Usted pudo ejercer su derecho al voto desde Menorca en las últimas elecciones?
—No, tenía que hacerlo en el Consulado de Venezuela en Barcelona y no podía ir. Allí al Consulado mandé mis cartas solicitando ayuda para sacar mis documentos de la universidad pero no pasó nada. Muchos venezolanos no pudieron ejercer el voto porque había inconsistencia en los datos, direcciones cambiadas, números de cédula de identidad alterados o te asignaban un centro allí, estando en el extranjero.
¿Tiene miedo a hablar, a contar sus vivencias, aunque esté lejos, en España?
—Después de una vida echada a perder por un sistema populista, negligente, que no es nada de lo que profesa..., no tengo miedo. Nunca lo he tenido, hace años participé como actriz en un proyecto y representaba a la esposa de Bolívar. Nos mandaron a los actores a un evento presidencial y el extinto presidente Chávez vino hacia nosotros a saludarnos. Cuando se acercó me dijo «¿cómo está María Teresa del Toro?» y le respondí «muy mal, llevo 5 horas escuchándole hablar de la revolución y aquí no llegan los bonos ni los pagos a tiempo ¿eso es la revolución?». Ya tuve veto político allí. Y después de haber perdido un padre asesinado, mis ahorros, mis cotizaciones al seguro social, mis amigos, mis profesiones..., me quemé las pestañas para hacer una segunda carrera en la Universidad Central de Venezuela..., ya no tengo miedo.
¿Confía en poder regresar un día a Venezuela y que la situación cambie y mejore?
—Son muchos años para revertir todo esto, no solo en lo económico y social, también en lo moral. Antes albergaba esperanzas, pensé que la comunidad internacional se iba a pronunciar y Edmundo González Urrutia sería el presidente, pero ya no albergo esperanza. Creo que a medio plazo Venezuela no será lo que fue, los índices de desnutrición y mortalidad infantil son terribles. En lo único en lo que tengo esperanza es en Dios, soy creyente más allá de tendencias políticas, y creo en el poder de la resiliencia humana, no hablo solo por mí, ni siquiera por Venezuela, sino por toda la gente que ha sufrido las guerras y se recupera en medio del dolor. La historia corroborará que son asesinos.
El apunte
Con su pasaporte y una maleta, empezó de cero limpiando casas
13 comentarios
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unrealer12Deberías decir en algunas partes de África. Pero sobre lo que tendrías que reflexionar y tendríais que explicar tú y demás defensores i/o encubridores del despotismo y la tiranía chavista, es porqué en la actual República Bananera Bolivariana de la Venezuela del tirano Maduro se está y se vive muchísimo peor que en la Venezuela de antes de Chávez y Maduro y porqué, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hay 8 millones de exiliados de Venezuela. Por si no se te ocurre ninguna cortina de humo para intentar disimular la cruda realidad, yo te daré la respuesta: Porqué el comunismo y similares no han "repartido" nunca más que pobreza y miseria.
Ciudadano KaneBueno… hasta que en Venezuela no haya tantos muertos como en Argentina…. El argumento del “y tu mas” no es un argumento válido.
Ciudadano Kane"Charlatans" com tu portau tota la vida callant davant es més de cent milions d'assassinats, s'univers carcelari del Gulag i els bilions de robos de propietats privades robades per la praxis política més criminal que ha existit mai, el comunisme en totes ses seues formes.
Durant la dictadura militar a Argentina i molts d'altres països americans van desapareixa milers i milers de persones de totes les formes inimaginables i molts de "Charlatans" que abunden per aquí van callaar i segueixen callats. Esperem que l'argentí de la MOTOSIERRA no seguixi el mateix camí que aquests genocidis de sa seva escola.
En Àfrica estan peor
Sí, el ser emigrante se paga. En muchos casos, como es el mío, a un alto precio. con mi hermano invertimos en un barco de pesca en Carupano. Al poco mi sobrino, viendo nuestra forma de vida, decidio unirse a nuestros proyectos en marcha. Se compro una pequeña embarcación, saco su permiso de pesca de langosta, salio a faenar con cinco chavales y el piloto. Nunca mas se supo de ellos, contrario a las aseveraciones de la Marina Venezolana de haberla hundido por ser un peligro para la navegación,. Su embarcación apareció seis meses mas tarde en Isla Maiz (Nicaragua) Gracias al telegrama de la Consul española que nos informo de ello. Su madre y esposa acudieron al programa "Vd. Sabe Donde" de entrevistador Lobaton. Ser español en Venezuela en esos tiempos no era un chollo.
Cranc pelutPues claro, porque el gobierno español, con Sánchez a la cabeza, lo que pretende al dar asilo a este señor, es que se corra un tupido velo, no hacer ni exigir nada al gobierno venezolano de Maduro, y esperar a que salga otro opositor para volver a hacer lo mismo con él y darle asilo en España y quitarle y liberar de la oposición a Maduro, y quedar encima como el “salvador”, haciendo puntos así con los venezolanos en España. Me juego la cabeza que lo tiene pactado con Maduro. Para que los ciudadanos de España y los venezolanos piensen y digan: “Ay mira el presidente Pedro Sánchez (PSOE) y la izquierda española que buenos son que le dan asilo al opositor de Venezuela”. Ya lo hizo en 2017 con el opositor venezolano Antonio Ledezma; el 30 de abril de 2019 el líder opositor venezolano Leopoldo Eduardo López Mendoza para evitar ser encarcelado por Maduro, se refugió y fue huésped (no se sabe bajo que concepto, al parecer asilo no) de la embajada de España en Venezuela durante 18 meses, y después vino exiliado a España donde reside; y ahora lo vuelve a hacer con Edmundo González. ¿Está haciendo algo el estado español de Sánchez a favor de los dirigentes opositores Claudia Macero, Omar González, Pedro Urruchurtu, Fernando Martínez Mottola, Magalli Meda y Humberto Villalobos que se encuentran refugiados en la embajada de Argentina en Caracas? NO. Argentina les ha facilitado el asilo pero Maduro no los deja salir ni de la embajada ni de Venezuela. ¡Por favor! Son enredos y monsergas de la izquierda española. Dejaros ya de cuentos chinos. Cuando Pedro Sánchez se vaya a la ONU a decir que España está recibiendo un éxodo de ciudadanos venezolanos, quienes están dejando sus casas y sus vidas allí, para exiliarse en España por la falta de derechos humanos y su vulneración por parte de Nicolás Maduro, entonces podemos empezar a hablar de la buenura y bondad del presidente español.
Cranc pelutLos anti todo no escuchan ni leen lo que dice nuestro gobierno,ya que lo que ellos buscan es hacer ver que el gobierno Español está aliado con Maduro.
No entiendo como, con la relación histórica y humana que tiene España con Venezuela, la gente sale a manifestarse contra Israel y no contra Nicolás Maduro. A ver si me entiende, todo el mundo es libre de manifestarse ante y contra quien quiera, pero encuentro que también se debería de apoyar a los venezolanos que van contra la dictadura de Maduro y conseguir una Venezuela democrática y libre.
Cranc pelutCert… però només aquest fet no redimeix ni convalida tota una etapa sanchista desastrosa.