La construcción de las gradas del estadio de Son Marçal, en el disparadero del caso. | Katerina Pu

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Un informe de la Sindicatura de Cuentas de Balears realizado en 2019 sobre la gestión fiscal del Ayuntamiento en 2014 detectó numerosas «deficiencias» en doce expedientes, entre ellos los que permitieron al Penya Ciutadella y al Club Hípic construir nuevas instalaciones, y eso llevó al Tribunal de Cuentas a actuar.

Los síndicos reprenden que se concediera una subvención de forma directa al club de fútbol, sin acreditar el interés público, económico o social del acuerdo, ni justificar por qué no se siguió el principio de concurrencia y las obras no salieron a licitación pública.

Al tratarse de un recinto municipal, correspondía al Ayuntamiento sacar las obras a concurso. Así lo concluía la Sindicatura, para quien «el importe abonado en concepto de subvención tiene como finalidad la prestación de un servicio público que es competencia del Ayuntamiento y que, por lo tanto, debería haber sido objeto de un contrato de servicios licitado y adjudicado».

Tampoco se especificaron «las causas que motivarían la obligación de reintegrar el importe percibido» por el club, ni el acuerdo pasó por Junta de Gobierno, ni se realizó un informe de fiscalización previa con las fases de ejecución o la autorización del gasto. Además, se actuó sin que existiera un plan estratégico de subvenciones que regulara cómo y a quién ayudar con dinero público.

Entonces, gobernaba el PP en el Ayuntamiento, pero el posterior gobierno de Joana Gomila (2015-2023) no logró enmendar del todo las deficiencias apuntadas. De hecho, la Sindicatura pudo revisar la documentación, aunque las cuentas del ejercicio de 2014 se presentaron «fuera del plazo legalmente establecido».

Edificio de Correos

El resultado de la fiscalización se comunicó a la entonces alcaldesa y a sus predecesores en el cargo afectados por el informe, de los que, además de la propia Gomila, solo Pau Lluch (que fue primer edil entre 1999 y 2003) presentó alegaciones. Lluch aseguró no haber recibido ninguna advertencia por parte del interventor municipal sobre el contrato de alquiler por 24 años de la planta superior del edificio de Correos, que la Sindicatura igualmente cuestionaba.

El informe de los síndicos también apreció deficiencias en los convenios para ampliar el ColegioSalesiano (38.649 euros) o en las subvenciones a la Cruz Roja (30.000), el Cercle Artístic (3.000), el Fons Menorquí (2.500), las asociaciones de jubilados (2.450), Aspanob (2.450), la asociación contra el cáncer (2.450) y los Amics del Pintor Torrent (1.502), pero solo los acuerdos con el Penya y el Club Hípic quedaron sin justificar.