MAHON. TRANSPORTE MARITIMO. El ‘Ciudad de Granada’ volverá a fondear en la bocana después de comprobar que efectivamente excede los limites legales de ruido. | Gemma Andreu

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Las sonometrías encargadas por la naviera Trasmed para mesurar la contaminación sonora que emite el «Ciudad de Granada» confirman el resultado de las mediciones realizadas por Autoridad Portuaria de Balears (APB) y antes por la Policía Local de Maó a petición de los vecinos.

El ferri supera los niveles legales de ruido permitidos en horario nocturno. La compañía ha tomado la decisión de fondearlo fuera de la bocana del puerto a partir de mañana durante sus escalas de fin de semana en Maó.

Trasmed asegura que mientras tanto tratará de buscar soluciones técnicas que permitan a la embarcación volver a amarrar en el muelle del Cós Nou. Cabe recordar que la APB dio a la naviera un plazo de un mes para solventar los problemas de superación de ruido del viejo «Sorolla».

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Ese plazo concluye la semana que viene, concretamente el jueves día 4 de julio. Por el momento, la solución a la que recurre la naviera es la que se antoja operativamente más sencilla, alejar el barco de los vecinos fondeando en la bocana del puerto.

Incumple, pero menos

Pese a los temores de los vecinos, que acusaron a la naviera de estar haciendo «trampas» con las sonometrías, el informe de la empresa externa contratada por Trasmed para contrastar las mediciones de Autoridad Portuaria viene a confirmar la superación de los límites «por unos decibelios de más que, sin embargo, son menos que los que se apuntan inicialmente en los informes tanto de la APB como de la Policía Local», aseguran fuentes de la empresa. También acreditan que en horario diurno el ruido del «Ciudad de Granada» está dentro de los parámetros legales.

Las opciones que le dio APB

En la reunión que mantuvieron a principios de mes la Federación de Asociaciones Vecinales de Menorca y la APB se pusieron sobre la mesa diversas alternativas para solventar los problemas de exceso de ruido antes de la puesta en marcha del sistema de electrificación de los muelles, que permitirá enchufar el ferri y poder parar los motores, aunque no antes del primer trimestre de 2025.

La naviera tiene la opción de cambiar de barco -algo que ya hizo puntualmente la semana pasada, pero a lo que se muestra reacia la naviera-, conectarse a grupos electrógenos, que la empresa no ve técnicamente viable, realizar modificaciones en la embarcación o fondear en el exterior del puerto. Por el momento apuesta por la última.