La torre de control del Aeropuerto de Menorca, vista desde un avión.

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El personal que trabaja en la torre de control del Aeropuerto de Menorca ha comunicado a la empresa pública Enaire, responsable de gestionar la navegación aérea en España, su decisión de no hacer más horas extras para seguir tapando la falta de personal crónica que afecta a esta instalación esencial para las comunicaciones de la Isla. El ultimátum fue trasladado a la dirección de la empresa recientemente y vence este fin de semana.

«Si no se toman decisiones, es muy probable que a partir de la semana que viene algunos turnos queden descubiertos», advierten desde la sección de Comisiones Obreras en el Aeropuerto de Menorca. Para el sindicato, «la falta de personal de mantenimiento de la torre de control es insostenible». Hasta ahora el trabajo se ha sacado adelante gracias a las horas extras de los trabajadores, que son voluntarias.

La plantilla de este servicio se compone, además de un administrativo y el responsable, de un técnico en horario de mañanas, otro que está en periodo de formación y cinco que se reparten para cubrir los diversos turnos. Actualmente hay dos bajas y personal con permiso por matrimonio y de vacaciones, lo que se ha supuesto tener has tres efectivos menos.

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Con la dotación actual de personal, que no alcanza a cubrir las necesidades de la torre de control física, el sindicato tilda de «totalmente inviable» la puesta en marcha del proyecto de torre de control remota.

Viaje infructuoso a Madrid

El pasado 31 de enero, una representación de CCOO viajó a Madrid para trasladar a la dirección de Enaire esta problemática, una «situación límite» que diez meses después sigue sin solución. El sindicato destaca, en contraposición, la buena sintonía que mantiene con la dirección regional de Balears, donde sí entienden su reivindicación: «El escollo constante está en Madrid que es quien ha de autorizar las contrataciones necesarias», añaden.

El sindicato expone que tanto Enaire como el Ministerio de Transportes deben entender que las características de la torre de control de Menorca, con unos técnicos cuya edad media supera los 50 años y unas instalaciones muy envejecidas, requieren de un mayor compromiso para asumir el refuerzo de personal, a lo que se añade el proyecto piloto de puesta en marcha de la torre de control virtual. «Los trabajadores están cansados de poner de su parte esperando soluciones que nunca llegan», explican en un comunicado, «no pueden pesar solo los criterios económicos o de carga de trabajo a la hora de planificar la plantilla necesaria»