Tragsatec, la empresa a la que Ports IB encargó la redacción de los proyectos de cinco nuevos campos de boyas ecológicas para la protección de posidonia oceánica en aguas de Balears, opta en su propuesta de la Illa de l'Aire por una instalación de 23 amarres. El proyecto de boyas de pago que minimicen el impacto de la náutica sobre los fondos de la reserva marina de Sant Lluís se encuentra ahora en trámite en la Comisión Balear de Medio Ambiente. Su presupuesto es de 91.865 euros, 48.800 euros se destinan a la instalación de los amarres ecológicos y otra partida de 15.000 euros es para la retirada de los dos ‘muertos' existentes en la zona para el amarre tradicional.
La alternativa elegida distribuye los amarres en tres grupos, en función de la eslora de los barcos que pueden fondear en ellos: pequeñas, de 0 a 8 metros; medianas, de 8 a 15 metros; y grandes, de 15 a 20 metros. Un 57 por ciento del campo se destina a las pequeñas embarcaciones, un 30 por ciento a las medianas y un 13 por ciento a las de mayor eslora.
El proyecto planteaba hasta cuatro opciones, tomando como punto de partida el área delimitada para el fondeo y la distribución actual de las embarcaciones de recreo que amarran en esta zona del litoral menorquín de una forma no regulada. La propuesta elegida es, según Tragsatec, la que permite combinar el factor ambiental y maximizar la capacidad náutica en condiciones de seguridad. Las otras opciones eran de 16, 18 y 25 amarres, las dos primeras tenían menos impacto ambiental pero no daban respuesta a la demanda ni eran rentables, mientras que la tercera aumentaba la rentabilidad pero llegaba al límite de ocupación permitida por Medio Ambiente.
Finalmente la solución elegida reduce en dos amarres ese tope y es la de los 23 fondeos ecológicos, con capacidad para barcos de hasta un máximo de 20 metros de eslora. El campo ocupará una superficie marina de 5,18 hectáreas y los fondeos se situarán, siempre que el relieve del fondo marino lo permite, al límite de la franja de los 50 metros de costa, para aprovechar al máximo el espacio existente. La distribución de los porcentajes de eslora toma como referencia la distribución actual de la flota en esta zona del litoral, que ocupan en un 50 por ciento barcos de 0 a 9 metros, en un 35 por ciento los que miden de 9 a 15 metros, y en un 15 por ciento los de más de 15 metros.
El proyecto ejecutivo concretará el modelo de anclaje elegido para las boyas, no obstante el documento que ahora se tramita en la Comisión Balear de Medio Ambiente ya señala que será un anclaje de tipo taco químico.
Asimismo Tragsatec, con el objetivo de evitar todas las posibilidades de fondeo con amarre tradicional, incluye en su proyecto la retirada de los dos ‘muertos' de hormigón que se han localizado dentro de dicho campo.
Demanda
Para la elaboración del proyecto se ha analizado la situación de la oferta-demanda en la actividad náutico-deportiva en Menorca, tanto en los puertos de la Comunidad Autónoma como en los campos de boyas. Los datos confirman que la oferta de amarres es inferior a la demanda.
El puerto de Ciutadella tiene 401 usuarios en lista de espera, según la última actualización disponible en la web de Ports IB, a 25 de abril de 2022, mientras que en Fornells actualmente la lista de espera está en proceso de adjudicación y solo se puede consultar la actualizada a 27 de abril de 2021, con 389 solicitantes. En cuanto a las áreas de fondeo ecológico, el mes de máxima ocupación es agosto, tanto en la Illa d'en Colom como en la bahía de Fornells, que es también cuando llegan las embarcaciones de mayor eslora.
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