Treinta menorquines con problemas de alergias graves están pendientes de ser valorados por la especialista en alergología de Son Espases para ser vacunados. Estos pacientes viven con inquietud la demora en su inmunización frente a la covid-19 precisamente por su condición de enfermos inmunológicos.
Rellenar el cuestionario de salud es el paso previo para obtener cita en la web del IB-Salut y vacunarse.En estos momentos de la campaña, con la vacunación abierta a cualquier franja de edad a partir de 12 años y sin problemas de abastecimiento de dosis, todo fluye con facilidad a menos que la respuesta a la pregunta de si ha padecido reacciones alérgicas graves (las que requiere tratamiento con adrenalina, por ejemplo anafilaxia) sea afirmativa.
En ese momento la petición de cita cambia de rumbo, requiere una valoración especial y entra en un circuito de Atención Primaria para resolver las dudas, y si estas persisten, el caso se deriva al hospital de referencia. El centro cuenta con una sola alergóloga adscrita al servicio de Otorrinolaringología, la doctora Sendy Chugo, y hay moderadores en las áreas de Atención Primaria de cada isla para analizar estos casos y filtrarlos antes de derivarlos a Palma.
«Hay un procedimiento para las consultas de alergia, cuando se genera en primer lugar va al médico de familia y si este no la resuelve, hay otras dos personas que evalúan el caso antes de remitirlo a Son Espases», explica el coordinador de la campaña de vacunación en Menorca y director de Atención Primaria, Txema Coll. Este doble filtro lo forman la farmacéutica de Atención Primaria y una especialista en alergología pero que ejerce de médico de familia.
Coll defiende que este procedimiento está funcionando y que solo un porcentaje «muy pequeño» de alérgicos se deriva a Son Espases «por seguridad», el resto se vacuna según el protocolo establecido.
Pero para el alergólogo César Alías Tudurí, coordinador del congreso Alergomenorca, que este años se retoma y es un foro desde el que se reivindican, desde hace años, más plazas de alergología en la sanidad pública balear, «que solo haya una alergóloga en Son Espases para una población de 1.200.000 personas en Balears es un disparate, tiene una avalancha de peticiones, la sociedad y los pacientes se tienen que movilizar».
Alías cada mes pasa consulta privada en la Isla y recibe a entre tres y cuatro pacientes alérgicos con dudas pero que quieren vacunarse. Esa misma cifra es diaria en las consultas de Atención Primaria de la sanidad pública, por lo que el número de alérgicos no es despreciable, pese a que en los grandes números de la campaña de vacunación masiva representen una pequeña parte de la población diana.
En la mayoría de personas que presentan una alergia, cerca del 90 por ciento, la vacuna no tiene ninguna contraindicación, pero sí pueden darse casos puntuales que deben ser estudiados.
u La petición de más plazas de alergólogos en el IB-Salut ha sido una constante durante los encuentros organizados por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seiac) en la Isla. El año pasado el encuentro Alergomenorca fue cancelado por la pandemia pero en 2021 regresa. Será los días 1 y 2 de octubre e inicialmente se ha programado de manera presencial, aunque con un cambio de ubicación, será en una de las salas del Claustre delCarme de Maó en lugar de la Biblioteca Rubió-Tudurí para ganar espacio y seguridad.
La sesión clínica en el Hospital Mateu Orfila tratará sobre la anafilaxia y la alerta ante una reacción alérgica grave. En este encuentro participan alergólogos de diferentes hospitales españoles, bajo la coordinación de los doctores César Alías y Ana Elices. En la primera jornada de esta nueva edición se abordará la situación actual de la especialidad de alergia en Balears, en un coloquio con los médicos Antonio Valero, Alberto Oehling, Mercedes Escarré, Luis Navas, y Sendy Chugo; después del mismo se abrirá un debate abierto al público con un título significativo «Ser alérgico y vivir en Baleares: un desafío». También se analizarán las consecuencias y los riesgos futuros en la Comunidad por el déficit de alergólogos.
3 comentarios
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Soy uno de los 30 pacientes alérgicos en espera de ser vacunado. En marzo recibí mi primera dosis AstraZeneca, tuve un episodio alérgico y fui atendido en urgencias Canal Salat, donde me recuperé sin medicinas y no le dieron ninguna importancia. En junio acudí a recibir mi segunda dosis, contesté las preguntas y sí que le dieron importancia a mi reacción alérgica y así sigo en espera de ser atendido por la alergóloga para recibir la vacuna completa. Me siento muy agradecido a cada profesional de la sanidad pública, siempre me han atendido con profesionalidad, amabilidad, paciencia y proximidad y sé que no podría conseguirlo en la medicina privada ni podría pagarlo, pero es evidente que hemos de mejorar y acortar plazos en la atención a los pacientes alérgicos. Desde mi primera dosis han pasado 5 meses y todavía no sé cuando podré tener la segunda y leo noticias de muertos, contagios, nuevas variantes, vacunas de sobra, pasaporte covid, etc. Un sin vivir, desesperante.
¿Esta es la sanidad pública de calidad que nos dicen los políticos? Se nos van cardiólogos y otros especialistas y no pasa nada, nos hemos acostumbrado a la vida borreguil, nos mean en el zapato y decimos que llueve. Donde estarán las mareas blancas, verdes, S. O.S y demás agradecidos del abrevadero oficial?