Susana Mora conversando con restauradores este jueves en Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Los restauradores y el mundo del comercio en general pedía en enero menos restricciones a la actividad. Ahora, cuando ha vuelto la normalidad de forma prácticamente repentina, lo que piden es que se gestione políticamente la avalancha humana que se espera durante las fiestas de Sant Joan.

No habrá actos tradicionales con caballos, que son el núcleo y causa del atractivo y de las aglomeraciones, pero a Ciutadella llegará mucha gente esos días, según la opinión generalizada transmitida este jueves por los restauradores a la presidenta del Consell.

Por ese  motivo, han cambiado las prioridades, ya no es la libertad para poder trabajar lo que se reividica sino medidas para manter a raya la pandemia.

Susana Mora se reunió a media mañana en la sede de la institución en Ciutadella con miembros de la recién constituida Asociación Cívica Profesional, Acpro, y luego visitó en su compañía algunos establecimientos y comercios de la ciudad.

Esta entidad ha surgido del movimiento de protesta realizado en enero a bordo de vehículos contra las restricciones.

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No se sentían representados tampoco por las patronales y se han organizado en esta asociación, que agrupa a bares, restaurantes, ocio nocturno, músicos y peluquerías. En conjunto suman ya casi 200 asociados y de este modo participan ya del diálogo social que reclamaban.

Ocio nocturno

El ocio nocturno, que es el segmento de actividad que todavía no ha podido reemprender la actividad con normalidad, no ha realizado, sin embargo, ninguna petición concreta. Al menos, no se planteó en el encuentro mantenido ayer con la presidenta.

El programa desarrollado fue similar al de meses atrás en la zona de Maó. Lo que ha cambiado de forma sustancial son las circunstancias derivadas de la evolución de la pandemia. Ahora no preocupa la limitación impuesta a la actividad como entonces, sino un mayor control sanitario.

Los empresarios y autónomos de la restauración también se interesaron por la temporada y la tardía llegada del turismo británico. La dependencia de este mercado genera angustia en determinados ambientes comerciales, especialmente de la restauración según expresaron a la presidenta del Consell, aunque también reconocieron el buen comportamiento que está teniendo hasta ahora el turismo nacional.

Las expectativas de la temporada fue un tema recurrente en los comentarios.