Turistas en una terraza de Cala Galdana, una de las zonas más turísticas de la Isla. | Archivo

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Las previsiones de ocupación de julio y agosto son de un -13 por ciento en los alojamientos más modestos (1 y 2 estrellas o apartamentos de 1 y 2 llaves); -8 en hoteles de 3 estrellas y -7 en establecimientos de mayor categoría. Los pronósticos de Ashome son en general inferiores a los de la temporada pasada, que desde el punto de vista hotelero fue peor que la de 2016.

En una encuesta realizada por la patronal hotelera entre sus socios, el 30,95 por ciento opina que este año será peor, el 45,24 por ciento espera que sea igual y el resto, un 23,81 por ciento, confía en que sea mejor. Por tipologías, entre las viviendas vacacionales, el 50 por ciento opina que tendrá menos ocupación y la otra mitad que no será mejor. Por zonas, en la de Poniente y en la de Levante pocos prevén que será mejor, en el centro son más optimistas. Los apartamentos y los hostales u hoteles de menor categoría son los únicos que prevén mejoría sobre 2017.

Esa disparidad de opiniones es coherente con el irregular comportamiento de la temporada desde su arranque con descenso de ocupación en mayo (-4 por ciento) y aumento en junio (en torno al 5).

Pero los meses de negocio son los dos centrales del verano y son los que preocupan porque las reservas se han ralentizado y han aumenado las cancelaciones, según un informe de Ashome. Además es el periodo que sirve de referencia a los turoperadores para la planificación de la siguiente temporada. Si este año no se alcanzan los objetivos, planificarán a la baja, cirscuntancia que dispara los temores del empresario hotelero de cara a 2019.

La inestabilidad conlleva bajada de precios y más distanciamiento con las otras islas, ya que la tarifa media en Menorca es entre 14,5 y 25 euros/día inferior respecto al conjunto balear. También los ingresos por habitación son menos de la mitad que en Mallorca y las Pitïuses, si bien son datos de abril del Ibestat. Todos los parámetros de comparación con las otras islas, como ocupación media o creación de empleo, son desfavorables para Menorca, según la radiografía realizada por Ashome.

Conectividad y ecotasa

Entre las causas, se apunta en primer lugar la conectividad aérea, un problema latente agravado por la política de los TTOO, que han reestructurado la flota reduciendo capacidad de los aviones que viajan a Menorca y la tendencia es no compartir códigos. Solo con la seguridad de un porcentaje determinado de ocupación aumentan plazas.

Haber duplicado la ecotasa es otro factor negativo al que recurren los hoteleros para explicar la previsión a la baja en julio y agosto.

El resto de factores son externos y aluden todos ellos a los destinos competidores de sol y playa, en algunos como Croacia la demanda supera la oferta de alojamiento hotelero.