Se encuentra en las inmediaciones del geriátrico | Javier Coll

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Antigua residencia de religiosas, la Casa de ses Monges de Maó lleva ya un largo tiempo cerrada, en desuso. Ha sido objeto de varias actuaciones de mejora, algunas en formato de escuela taller, desde 2005. El Ayuntamiento ha iniciado ya los trámites para recuperar de forma efectiva este espacio, ubicado en el pasaje que conecta el Cós de Gràcia y la Avenida José Anselmo Clavé, en las inmediaciones del geriátrico municipal.

El último empujón para convertir la Casa de ses Monges en un espacio hábil tiene un presupuesto de 458.341 euros, que serán financiados con el superávit obtenido en 2016. Ahora se tramita el permiso de obra e instalación, para acto seguido proceder a licitar las obras. El plazo de ejecución de los trabajos se estima en medio año.

La concejal Laia Obrador explica que el objetivo del Consistorio es convertir la Casa de ses Monges en la sede única de los distintos servicios que se prestan desde el área social, entendidos de forma amplia con la inclusión en los mismos de los departamentos de familia y educación. En estos momentos se encuentran irregularmente distribuidos en los bajos de las dependencias del geriátrico municipal. «Tiene que ser el referente de bienestar social en la ciudad», comenta. Maó ha defendido siempre que «estos tres conceptos deben estar integrados», lo que ahora tendrá una traducción física.

El traslado de estos servicios permitirá liberar espacios en el edificio del geriátrico, que serán aprovechados para distintas actividades dirigidas a las personas mayores del centro, y que ahora se deben llevar a cabo con algunas limitaciones.