Fachada de la residencia geriátrica del Consell en Maó, pendiente de la obra de climatización. | R.L.

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El concurso público para cubrir cuatro puestos de la Conselleria de Bienestar Social y Familia del Consell, tres de los cuales han quedado desiertos, volverá a convocarse. Esta vez el requisito del catalán nivel C1 podrá acreditarse mediante un examen y no únicamente con el correspondiente certificado, y para ello se ha aprobado una modificación del reglamento lingüístico de la institución, que ya está vigente. Así lo explicó ayer la consellera de Servicios Generales, Cristina Gómez, después de que se publicase la lista de admitidos y excluidos en la convocatoria actual y que de tres personas presentadas, a distintas plazas, solo una persona haya pasado la selección inicial para poder participar en el concurso.

Los puestos de trabajo que se ofrecen son del área de Bienestar Social y Familia, que dirige la consellera Maria Cabrisas, y se trata del jefe de servicio de los centros de día para personas con discapacidad psiquiátrica, con una única aspirante a la convocatoria; la dirección del centro de atención a la infancia y la familia; la dirección de la residencia geriátrica del Consell en Maó y el de jefe de sección de sanidad y acción social.

Se da la circunstancia de que la aspirante excluida del concurso por no cumplir el requisito exigido del nivel C1 de catalán es la actual directora de la residencia para personas mayores, María Jesús Andrés. Otra de las aspirantes es excluida por no cumplir el requisito de ser funcionarios de carrera del Consell. Por último, la única vacante que se podrá adjudicar será la del jefe del servicio de centros de día para personas con discapacidad psiquiátrica. La propuesta provisional de adjudicación es para la solicitante Esther Ricci. Se abre ahora un plazo de diez días para formular reclamaciones.