Imagen de la barrera con el cartel que impide el paso a los vehículos que no estén autorizados | Sebas Picó

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La propiedad del Camí dels Alocs ha instalado recientemente una barrera que obstaculiza el libre paso para llegar a la pequeña cala de Ferreries. Pese a que ésta no está cerrada con llave, sí que limita el acceso al público, ya que hay un cartel que recuerda que se trata de una propiedad privada y anuncia que solo pueden pasar vehículos autorizados.

El Ayuntamiento ya ha tomado cartas en el asunto y ha requerido a la propiedad que retire el cartel, ya que entiende que limita el acceso a un camino que «tiene servidumbre de paso», asegura el alcalde Josep Carreres. De hecho, el sendero lleva a un aparcamiento público que el Consell habilitó hace un par de años, con capacidad para una veintena de coches.

La barrera se instaló con su correspondiente permiso hace unos dos meses. Hace cuestión de dos semanas el Ayuntamiento se percató de que se había colgado el polémico cartel, algo que se comprobó in situ, con una visita con los agentes de la Policía Local, que han redactado un informe para dejar constancia de los hechos.

El problema, explica Carreres, es que el camino está en muy mal estado, tal y como se indica en otro cartel que está presente en la entrada del acceso. Al estar tan deteriorado muchos de los bañistas, que han decidido coger el Camí dels Alocs para ir a El Pilar (debido precisamente a la saturación del acceso a esta playa), hace que dejen el coche a medio camino, hasta el punto que el pasado verano se llegaron a acumular más de 70 coches en las inmediaciones de las casas de Santa Isabel.