En la última reunión, celebrada esta semana en Ferreries, se comentó el nuevo contrato para la gestión de la planta de Milà y se acordó invitar a la próxima sesión a representantes de la TIV de Caritas.

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La UTE formada por Cespa Gestión de Residuos SAU y Adalmo SL empezará a gestionar la planta de residuos de Milà el próximo 1 de diciembre. El contrato con el Consell se formalizó el martes, después de que se conociera el rechazo del Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales al recurso presentado por otra de las empresas que aspiraban a hacerse con el servicio.

La inadmisión del recurso presentado por la UTE Setec Building-Copasa-Guadaira Servicios Ambientales ha permitido levantar la suspensión que pesaba sobre el procedimiento, lo que permite acabar en breve con la situación de interinidad que se produjo en la planta a finales de febrero, momento en que Juan Mora, anterior adjudicatario, renunció a continuar con la gestión del vertedero a raiz de los problemas surgidos en las celdas y la consecuente clausura del mismo.

No es este el único recurso que ha inadmitido el Tribunal Administrativo. Hizo lo mismo con el presentado por la UTE integrada por Antonio Gomila y FCC. La resolución de estos recursos permite continuar con el proceso de la nueva concesión, otorgada por un periodo de 25 años y un importe de 72 millones de euros. El contrato implica una inversión total por parte de esta UTE de 20,7 millones de euros, de los cuales dos tercios, 13,6 millones de euros, se ejecutarán durante el primer año, con la idea de subsanar las deficiencias que han ido apareciendo en el vertedero, con la restitución de Milà II, la reperación de la celda III y mejoras en la planta de lixiviados.

El proyecto que maneja esta adjudicataria será presentado públicamente el martes. Desde el Consell adelantan que se trata de "una apuesta sólida y fiable basada en la aplicación de las mejores tecnologías disponible, en que se prioriza el tratamiento específico de las fracciones orgánicas y la separación de las distintas fracciones de residuos". En cuanto a la planta, el proyecto contempla "una distribución más compacta de las naves", lo que implica no consumir tanto terreno.