La primera fase del proyecto no peligra, ya que se afrontará aunque la tenga que pagar toda el Ayuntamiento | David Arquimbau

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La primera fase del ambicioso proyecto de reforma del Cuartel de Santiago, en Maó, se ha quedado sin ayuda de los fondos europeos FEDER por haber sobrepasado la fecha límite de ejecución establecida en la convocatoria, fijada en el 30 de junio de 2015. Las prórrogas solicitadas por el anterior equipo de gobierno y los recursos presentados no han surtido efecto por lo que no llegarán desde las instituciones comunitarias los 300.000 euros que estaban previstos en un principio.

El presupuesto inicial de la obra era de 600.000, de los que el Consistorio mahonés aportaba 300.000 que tenía intención de recuperar una vez concedida la ayuda, y el resto la Conselleria de Educación del Govern balear, según el convenio firmado en febrero de este mismo año.

Las obras comenzarán el lunes, con el acta de replanteo con la empresa adjudicataria, un inicio de obras que se canceló a comienzos del verano porque, según indican desde el equipo de gobierno, el edificio no estaba vacío, una tarea que no es menor (en el Cuartel se guardan, por ejemplo, los gigantes y sus dependencias son usadas por varias entidades). El PP denunció ayer la paralización de las obras, algo que fue rechazado por completo por los dirigentes locales.

Cabe recordar que ahora se aborda una primera fase de la reforma, que consiste en reparar cubierta y fachada. El presupuesto inicial se ha reducido de forma considerable tras su adjudicación a la empresa Antonio Gomila. La conversión del antiguo edificio militar en la históricamente demandada nueva sede de la Escuela de Adultos Joan Mir i Mir requiere varias fases más y un desembolso de unos 5 millones de euros.


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