Mallorca ha aceptado el envío de 12.000 toneladas de residuos de Menorca hasta Son Reus. | F.S.

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La consellera de Medio Ambiente de Mallorca, Catalina Soler, falseó ayer la realidad en declaraciones al Diario de Mallorca en un vano intento de no rebajar la tarifa de 131 euros por tonelada aprobada el mes pasado para la incineración en Son Reus de los residuos procedentes de Menorca.

Soler aseguró que existe «una gran diferencia entre la basura sin tratar que nos llega de Menorca, que debe incinerarse en la línea de rechazo, y el material procedente de Italia, cuyos restos sí son Combustible Sólido Recuperado (CRS) que ha sido tratado previamente y cuenta con un poder calorífico elevado».

Pues nada más lejos de la realidad, como acredita la propia concesionaria de Son Reus, a la que el Consorcio de Residuos de Menorca ha pedido precisamente un informe con análisis que valoren el Poder Calorífico Inferior (PCI) de los restos que, a diferencia de lo afirmado por la consellera de Mallorca, sí son tratados previamente en Milà. Allí, en la planta menorquina y bajo la supervisión de TIRME -que se encarga de su traslado e incineración- se separa la materia orgánica y la humedad de la basura, precisamente, para aumentar su poder calorífico.

Por tanto, los restos que desde hace un mes se están mandando a Mallorca tienen la consideración de Combustible Sólido Recuperado, al igual que los eliminados en Son Reus procedentes de distintas localidades del sur de Italia.

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Estos restos importados del extranjero tienen una tarifa media de 83 euros por tonelada, casi un 37 por ciento inferior a la estipulada para Menorca. Pero al llegar a Mallorca en unas condiciones similares, el Consorcio de Residuos pretende convencer al Consell de Mallorca para que, al menos, les aplique una rebaja similar a la de Italia. De hecho, el informe que el Consorcio ha solicitado oficialmente a TIRME sustentará la propuesta de Menorca que el conseller Fernando Villalonga quiere negociar y plasmar en un convenio con la primera institución de Mallorca.

Pero, una vez argumente al Consell de Mallorca la equiparación de los restos que transporta Menorca con los llegados de Italia, el Consorcio deberá solventar otra controversia, ésta de carácter jurídico.

El contrato de TIRME con el Consell de Mallorca para la gestión de Son Reus faculta a la empresa a negociar la importación de los restos originados fuera de Balears, pero para los procedentes de otras islas dentro del mismo archipiélago se remite a un convenio entre consells como el que ahora deberá negociarse.

Por contra, la tarifa única para el tratamiento e incineración de los residuos generados en Mallorca es de 131 euros por tonelada, la misma que se aprobó en marzo para Menorca y que la consellera de Medio Ambiente de la isla vecina ha tratado ahora de defender sin ajustarse a la realidad.