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Ya no resulta nada extraño. Tener hijos sin pasar previamente por el altar o el juzgado es una pauta en boga. De hecho, casi la mitad de los nacimientos registrados en Menorca en 2013 correspondió a madres que no estaban casadas. La caída de las bodas y el auge de las uniones de hecho, la maternidad buscada en solitario y la secularización de la sociedad están detrás de este fenómeno. Se trata de una tendencia en alza, no solo en la Isla sino en todo el país, una realidad que obedece a un claro cambio social. 

Los últimos indicadores demográficos publicados por el Instituto Balear de Estadística (IBESTAT) constatan esta transformación en la Isla. Así, el número de nacimientos de madres no casadas se ha disparado hasta el punto de igualarse con los partos que se producen dentro del matrimonio. Los hospitales de la Isla registraron en 2013 un total de 755 nacimientos (y 741 partos). De ellos, 406 madres estaban casadas y las 349 restantes tuvieron a su bebé fuera del matrimonio, lo que representa un 46 por ciento del total.

Esta tendencia, que puede parecer muy habitual en los tiempos que corren, choca con los nacimientos que se registraron hace una década cuando el número de partos que se produjeron fuera del matrimonio tan solo representaba un 27,8 por ciento. «Las parejas se han modernizado», señala la demógrafa y miembro del Institut Menorquí d'Estudis, Lluïsa Dubón.

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