Los vecinos decidieron atornillar dos ventanas para evitar que se desprendieran del muro | Gemma Andreu

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Hartos y preocupados. No hay otros dos adjetivos que definan mejor el estado en que se encuentran los vecinos de la calle Reina de Maó. Por un lado, hartos de tener que convivir con un edificio en estado de abandono y en ruinas, sin que nadie resuelva la situación. Y por otro, preocupados por el peligro que supone para la vía pública.

Con tan solo dar un vistazo a la fotografía que acompaña este artículo ya puede uno percatarse del estado precario de la casa que ocupa el número 60 de la calle Reina de Maó, una amenaza constante por desprendimientos y que está acabando con la paciencia del vecindario.

Comentan que varios de ellos han elevado la queja tanto a la Policía Local como al Ayuntamiento de Maó, sin que, de momento, se hayan tomado cartas -visibles- en el asunto. No obstante, parece que la actuación será inminente, tal como avanza el Consistorio. Los vecinos insisten en que «solo pedimos que se elimine de una vez por todas el peligro con el que debemos convivir diariamente».

Estos residentes explican que las ventanas del primer piso amenazaban con desprenderse, por eso, un par de ellos ascendieron mediante una escalera hasta ellas para colocar unos tornillos y evitar otra posible desgracia. Además, se desprendió una piedra de la fachada que, tras un par de meses, aún reposa en el suelo.