Escolares y público en general también pudieron visitar el buque. | Gemma Andreu

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Es la embajada flotante de España. Y, sin duda alguna, el barco más emblemático de la Armada. El buque escuela Juan Sebastián Elcano fue ayer el centro de todas las miradas por su majestuosidad, su historia y su belleza.

Procedente de Cagliari, el bergantín-goleta atracó a las 10.30 horas en el puerto de Maó donde hace escala durante 24 horas. Esta mañana a las once zarpará rumbo a Sete (Francia) para cumplir con el crucero de instrucción que acaba el 13 de julio.

«La entrada en puerto es preciosa, incluso hemos tenido que estar pendientes del timonel para que mantuviese el rumbo ante tanta belleza». Así lo destacaba el capitán de navío Enrique Torres Piñeyro quien ya había estado en la Isla, pero no con «Elcano». Y agregaba que el crucero de instrucción que comenzó el 9 de enero estaba yendo «viento en popa». Nunca mejor dicho. El propósito del embarque es contribuir a la formación marinera, militar, social y humana de los 68 guardia marinas que cursan su cuarto año de formación en la Escuela Naval Militar (Marín) y de los 32 aspirantes a cabo y cabo primero de la Escuela de Maniobra de La Graña (Ferrol). A ellos, se suma la dotación del buque. En total, 257 personas. De ellas, están embarcadas 18 mujeres en dotación y otras dos guardia marinas. Por primera vez, va embarcado un profesor universitario puesto que los alumnos, además de la formación naval, deben obtener el título de Ingeniería Industrial.

El crucero de instrucción no debía recalar inicialmente en Maó. No obstante, «la insistencia» de los menorquines para poder ofrecer de nuevo a la sociedad esa belleza naval acabó satisfactoriamente. Y es que, tal como resalta la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, «debíamos aprovechar el hecho de que 'Elcano' estuviera de crucero por el Mediterráneo».

Dos grupos de escolares así como el público en general pudieron visitar las dependencias del buque durante la jornada de ayer. Sin duda, sus 113 metros de eslora y los 13 de manga, no dejaron indiferente a nadie. Y si el buque en si ya llama la atención, quien tuvo la oportunidad de visitar el interior descubrió cómo puede llegar a ser la vida a bordo. Llamativa es, sin duda, la cámara del comandante donde se exponen todos los obsequios que ha recibido «Elcano» a lo largo de sus 86 años de historia.

El buque cuenta con representación balear. El cabo primero Jaume Pomar, natural de Muro, cumple su séptimo viaje a bordo de «Elcano». Del 2000 al 2002, Pomar estuvo destinado a la Base Naval de Maó. Ayer aseguraba que «tenía una espina clavada, que el buque no hubiera hecho escala en las islas». Ahora, a las puertas de dejar esta misión, ha visto realizado este sueño.