El Consell aprobó ayer sus presupuestos para 2014 en un pleno en el que equipo de gobierno y oposición aseguraron votar cosas diferentes. Así, mientras el Partido Popular apoyó unas cuentas que considera definitivas y adecuadas a las necesidades de la Isla, los dos partidos de la oposición se opusieron a una propuesta que definieron como irreal, provisional y de ciencia ficción, por el hecho de que no recoge el acuerdo definitivo de la nueva Ley de Financiación de los consells.
La consellera de números, Pilar Pons, abrió la sesión con una detallada explicación de las cuentas (en el público, cuatro personas ajenas a los medios de comunicación pero no a la política).
Ya avanzó que si no se recoge la parte de mejora de la Ley de Financiación es «por prudencia» y que cuando se concrete servirá para asumir programas sin recursos y gratificar a las consellerías ahora más damnificadas. La buena nueva se espera para el primer trimestre de 2014 con una inyección de entre 3,5 y 4 millones de euros.
Pilar Pons habló de austeridad, de mayor eficiencia, de máximo retorno a la sociedad, de sensibilidad con los más desfavorecidos a través del Departamento de
Bienestar Social que se lleva uno de cada cuatro euros del gasto, de la ausencia de créditos, de estabilidad, de la sentencia 338 o caso Cesgarden, de partidas que suben y otras que bajan.
Maite Salord, de PSM-Més per Menorca, rehuyó entrar en los fríos números y optó por diseccionar los dos folios de introducción a los presupuestos firmados por el presidente Santiago Tadeo. Cortó de raiz los brotes verdes dibujados en este texto, instó a explorar todas las vías para evitar el pago por la sentencia 338 (Cesgarden) y reclamó capacidad recaudatoria para la institución insular. No le faltó autocrítica, «no han sabido corregir la deuda histórica del Govern, nosotros tampoco supimos».
La nacionalista desvirtuó la validez de las cuentas, «son unos presupuestos irreales y ficticios, más que un ejercicio de transparencia son un ejercicio de ciencia ficción». Achacó al equipo de gobierno una falta de modelo y no haber avanzado absolutamente nada en su proyecto estrella, que no es otro que la revisión del Plan Territorial Insular. En este punto tiró de habilidad argumental y repitió el párrafo sobre este tema que ya pronunció el año pasado en el mismo escenario sin que desentonara.
El portavoz del PSOE, Joan Marquès, también cuestionó la validez de lo aprobado ayer, «son una prórroga de los presupuestos de 2013 con algún ajuste», y centró su crítica en lo que entiende como falta de capacidad del equipo de gobierno del PP para conseguir más recursos procedentes de otras administraciones. Acusó al PP de abusar de su vertiente contable y no profundizar en su vocación «de ayuntamiento de ayuntamientos».
Marquès aseguró que las cuentas «no responden a la necesidad de Menorca» y se ofreció para debatir sobre la estructura del Consell una vez se tengan los presupuestos que los socialistas consideran reales, los que vendrán previsiblemente en primavera.
En el intercambio de golpes, Pons defendió la vertiente contable por considerarla el fundamento de la viabilidad del Consell, «la solidez económica es la base», y reprochó a los dos grupos de la oposición que no hubieran presentado enmiendas, hecho por el cual les pidió que, al menos, se abstuvieran en la votación.
Salord respondió que el mensaje del PP está vacío de contenido y que su política está alejada de la realidad, y que si no presentó enmiendas fue para no perder el tiempo porque, en función de los antecedentes, no se las hubieran aceptado, Además, recordó, «este presupuesto no es definitivo».
Marquès avanzó que harían propuestas cuando las cuentas sean más concretas, a lo que Tadeo le aseguró que no tendrá esta oportunidad porque no habrá un segundo debate de presupuestos.
Pese a que no se abusó del mundo exterior, no faltaron en el debate la Ley de Símbolos, la 'ley mordaza' y los Països Catalans.
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