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Los padres adoptaron ayer un papel activo en la huelga indefinida que desde el lunes mantienen los docentes de la Isla. En dos centros de Maó, el CP Mare de Déu de Gràcia y el CP Sa Graduada, la petición de las APIMA de que no se llevara a los niños a los colegios en señal de protesta y de apoyo a los maestros obtuvo un gran éxito. En otras escuelas también hubo padres que optaron por dejar a sus retoños en casa por adhesión a la causa, aunque en menor medida. Todo esto en una jornada en la que el seguimiento del paro por parte de los docentes volvió a bajar, tal y como informan tanto los sindicatos como el Govern.

En el CP Sa Graduada acudieron a clase 120 alumnos de más de 400 matriculados. Solo un docente hizo huelga. El resto siguen involucrados en la protesta pero ayer quisieron dejar el protagonismo en manos de las familias, a las que agradecen su implicación. Desde el centro considera que la iniciativa fue un éxito. En el CP Mare de Déu de Gràcia se ausentaron el 70 por ciento de los estudiantes de Primaria y el 78 por ciento de los de Infantil, con seis maestros en huelga. En algunos grupos había un solo alumno.

En otros centros faltaron alumnos por decisión de sus familias, aunque en menor medida, como el CP Castell de Santa Àgueda, el CP Mare de Déu del Toro de Es Mercadal o el CP Mare de Déu del Carme de Maó.

En el resto, de todo. En unos pocos centros la actividad ayer estaba normalizada, en otros solo unos pocos docentes hicieron huelga y en varios la incidencia de la movilización continúa siendo muy alta. En los dos centros de Sant Lluís o en Sant Climent, por ejemplo, el seguimiento continúa siendo prácticamente total. En el CP Àngel Ruiz i Pablo pararon doce de veinte posibles, en el CP Pere Casasnovas nueve, en el CP Margalida Florit otros nueve de 18 posibles y en Es Mercadal, cinco de quince posibles. En estos casos dar clase normal continúa siendo algo muy complicado.

En los institutos descendió tanto la presencia de alumnos como la incidencia de la huelga de docentes. Las clases se van impartiendo en función de las posibilidades de cada centro y de los profesores que hacen huelga.