Maó licita la concesión para instalar tres nuevos quioscos

Las concesiones se otorgan por un periodo de veinte años y el importe mínimo de salida de la licitación es de 2.000 euros en cada uno de los tres casos. El plazo para la admisión de propuestas está abierto y los pliegos de condiciones se pueden encontrar en la página web del Ayuntamiento de Maó.

En los tres casos, el quiosco, que deberá aportar el adjudicatario (para facilitar su amortización se opta por una concesión larga), contará con una superficie máxima de 50 metros cuadrados. La actividad a desarrollar comprende venta de helados, frutos secos, pastas, bocadillos o similares, bebidas frías y calientes, cerveza o vino, aunque en ningún caso bebidas alcohólicas de mediana o alta graduación.

La concejala de Proyectos de Comercio e Industria, Vanesa Contreras, explica que los adjudicatarios podrán además solicitar la habilitación de una terraza, un trámite que se llevaría a cabo de forma independiente y con el preceptivo coste establecido para la ocupación de la vía pública.

Contreras asegura que para evitar problemas con los vecinos, los pliegos de condiciones establece una serie de limitaciones, sobre todo horarias. En el parque de Ses Vinyes-Ses Rodees el horario se enmarcará entre las 7 y las 23 horas, y el adjudicatario se responsabilizará de abrir y cerrar las puertas de acceso a la zona de juegos, cuando se hayan instalado. En este caso también se vela por la ausencia de malos olores, por lo que se prohíbe la instalación en el quiosco de elementos que impliquen extractores de humo, como hornos, planchas o freidoras.

En Binidalí el horario máximo es de las ocho de la mañana a la medianoche. La concesión incluye el uso de la caseta existente en el espacio (junto a la pequeña cala), de 22 metros cuadrados, aunque siempre de forma complementaria al quiosco que aporte el adjudicatario.

Por último, en S'Hort Nou, el horario máximo comprende de las ocho de la mañana a la una de la madrugada. En esta zona ya hubo una experiencia anterior, que finalizó hace diez años después de que surgieran algunos problemas entre el Consistorio y el adjudicatario.