Comparecencia. Miembros de Esquerra de Menorca en la rueda de prensa celebrada ayer en Maó - Javier

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Después de poco más de seis años, el periplo para convertir el predio de Torralbenc Vell, en el término municipal de Alaior, en un agroturismo llega a su fin. En todo este tiempo el proyecto ha variado usos y tipología: nació como bodega asociada a unos viñedos, cuya plantación se remonta a 2007, y finalmente abrirá sus puertas el primero de mayo como alojamiento turístico.

El recorrido para llegar hasta aquí no ha sido fácil, más habiendo sido bandera, sin pretenderlo, del encendido debate político en torno al papel jugado por el Plan Territorial Insular (PTI) en la marcha de la economía menorquina. Tampoco será fácil el tramo final. Y es que, según advirtió ayer Esquerra de Menorca (EM) en rueda de prensa, hay algunos flecos administrativos sueltos que podrían acabar enturbiando su puesta de largo.

"Creemos que es un proyecto positivo por la inversión realizada en la recuperación de unas edificaciones antiguas, por lo que implica de diversificación de la actividad agraria y por ser una apuesta clara por un turismo de calidad". De este modo Llorenç Pons, coordinador de la asamblea local de EM en Alaior, quiso dejar claro que no se oponen a la naturaleza del proyecto, que preveía una inversión inicial de tres millones de euros. Pero ello no obsta, agregó, para que surjan "algunas dudas" sobre su tramitación y su ejecución, dudas que les han llevado a presentar una batería de preguntas para que el equipo de gobierno dé respuesta en el pleno municipal de marzo.

Según la información a la que ha tenido acceso la formación izquierdista, los promotores, Bodegas Torralbenc Vell S.L., podrían haber incurrido en algunos incumplimientos de la normativa urbanística municipal al haber modificado la distribución de los espacios interiores de los edificios

A este respecto, el Plan General de Alaior determina para los edificios protegidos por su valor patrimonial y etnológico que "no se admitirán modificaciones de composición en la fachada y cubiertas", como tampoco "de volumetría ni de interior que correspondan a los elementos definidores de la tipología por su valor artístico".

A los representante de EM tampoco les cuadra que en el proyecto se especifique que las seis edificaciones anejas a las casa prediales "tendrán un uso agrícola-ganadero". "Sabemos que todas tendrán un uso turístico y sospechamos que no han tenido ni el informe preceptivo del área de Agricultura del Consell, ni la calificación de Edificio en Régimen Especial, prevista en el PTI, necesaria para hacer este tipo de reformas", apuntó el concejal Josep Portella.

A todo ello habría que añadir las sospechas sobre la existencia de construcciones de nueva planta cuando en el proyecto definitivo, presentado en octubre de 2012, los promotores aclaraban que únicamente se actuaría sobre los elementos existentes.

Tampoco entienden desde Esquerra de Menorca por qué la propiedad incluye, entre los servicios e instalaciones que ofrece a los clientes a través de un portal de reservas en internet, "una piscina al aire libre". "No comprendemos por qué la ofrecen si en el proyecto definitivo renunciaron a construirla; ¿qué problema había en mantenerla?", se preguntan.

El mismo interrogante les plantea la decisión de la propiedad de eliminar la bodega, más teniendo en cuenta que "una de las razones del agroturismo era su vinculación con el funcionamiento de ésta como punto final de la explotación de los viñedos".

Todas estas cuestiones, además de la referida a los trabajos para la ampliación de la red de baja tensión que al parecer ya se han realizado "sin haber obtenido previamente la licencia de agroturismo", serán planteadas por EM en el pleno municipal de marzo con la esperanza de que el equipo de gobierno pueda disipar unas dudas que, por lo visto hasta la fecha, les inducen a pensar en la existencia de "una política de hechos consumados".