La Conselleria de Educación actuará en las zonas afectadas del polipeportivo del instituto Pasqual Calbó i Caldés de Maó para evitar más filtraciones e inundaciones. Las instalaciones muestran de nuevo estos días las consecuencias de las deficiencias que presenta el edificio. Y es que cuando arrecia agua, el polideportivo se inunda y debe ser inutilizado, como ya ocurrió a principios de diciembre.
Así, los técnicos del IBISEC proponen en el informe emitido que se proyecte espuma de poliuretano en las zonas afectadas con un presupuesto aproximado de 20.000 euros, además de sugerir que se instalen aceras y drenajes superficiales ya que, debido a su inexistencia, el agua entra por debajo de la puerta.
El coste aproximado de esta segunda ejecución es de 15.000 euros. El delegado territorial de Educación, Julián Hernández, asegura que ésta no es la solución definitiva sino solo una actuación provisional que aliviará los problemas actuales de inundaciones y filtraciones.
Ademas, Hernández indica que se abordará esta intervención "cuando la Conselleria cuente con la partida para ello", además de indicar que deberá desarrollarse cuando haga buen tiempo puesto que si la espuma de poliuretano cae sobre las placas fotovoltaicas podría entorpecer la obtención de energía.
Hernández matiza a su vez que no es posible solicitar daños y perjuicios a la empresa constructora de las instalaciones cuando en 2007, tras valorarse la ejecución de las obras y no percibirse ninguna deficiencia, fue retornado el aval a la empresa. Además, el delegado territorial recuerda que la empresa "ya no existe". Hernández achaca a su vez las inundaciones del polideportivo a la falta de mantenimiento de unas instalaciones que se inauguraron en 2004.
Asimismo, respecto a la alternativa propuesta en su momento de usar el Pavelló Menorca para desarrollar las actividades físicas del 'Pasqual Calbó', Hernández considera que es una opción "inviable" por el alto coste del mantenimiento de las dependencias.
La ampliación del instituto, lista a finales de año
Las obras de ampliación del instituto Pasqual Calbó i Caldés de Maó arrancaron a principios de diciembre y acumulan una demora de unos tres meses. El delegado territorial de Educación apunta que aunque la previsión es que las obras concluyan a finales de año, la empresa adjudicataria -la UTE Dragados-Juan Mora- está avanzando los trabajos para recuperar los tres meses de retraso acumulados, por lo que las obras podrían acabar dentro del plazo previsto.
El centro pasará de los 5.021 metros cuadrados actuales a 6.446. La reforma contempla actuaciones en la instalación eléctrica además de renovarse los espacios actuales. Se afrontará la reparación de la cubierta de poniente del edificio.
Esta nueva ala, de tres plantas, incluirá 14 espacios nuevos. Además, se ubicará una biblioteca. El instituto contará con nuevas salas de informática, dibujo y tecnología además de aulas para talleres. La conexión entre los dos edificios se llevará a cabo a través de un porche que permitirá el acceso entre uno y otro bloque. El centro será dotado de un ascensor.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.