Cierre. Tres Pans no ha sobrevivido a la crisis - Archivo

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Diecinueve meses habrá durado el proyecto empresarial y familiar de la mercantil Gondepar Menorquina SL, liderado por el panadero Desiderio González que ha confirmado a este periódico el cese de actividad el mes que viene. Los 29 trabajadores, la mayoría mujeres, ya conocen la noticia desde el pasado lunes. Pese a que se han estudiado todas las posibilidades, según explica el propio gerente, el cierre es inevitable.
"Las ventas nos bajaron un 22 por ciento en 2012 respecto a 2011 y tratamos de estabilizar el negocio, cerrando las tiendas menos rentables y optimizando los puntos de venta pero no ha sido posible. No puedo competir con el precio del pan a 33 céntimos", afirma Desiderio González, que lleva cincuenta años en el oficio. "A nivel personal, me siento mal y fracasado por el proyecto pero no podía hacer nada más que cerrar si lo quería hacer de manera ordenada. Los trabajadores y los proveedores van a cobrar hasta el último céntimo porque deseo seguir viviendo en Menorca, mantener la amistad que he cosechado en estos dos años que hace que vivo con mi familia aquí y estar tranquilo cuando salga a la calle", añade. "Habíamos barajado la posibilidad de trasladar la fabrica de Ferreries a Maó pero era demasiado arriesgado dada la situación de coyuntura porque era necesaria una inversión de 300.000 euros, que no tengo ni tampoco podía conseguir financieramente". "Cuando una empresa no es rentable. es preferible que se cierre que no dejar de pagar a todo el mundo. En nuestro caso, los locales y la nave son todos de alquiler", concluye.

De Maxipà a Tres Pans
Cuando el próximo 5 de febrero bajen definitivamente la persiana las once panaderías que tiene abiertas al público, concluye también un proyecto que Desiderio González quiso afrontar en solitario en julio de 2011, cuando la cadena Maxipà le traspasó las panaderías. Él conocía el negocio por dentro porque la cadena catalana lo fichó en 1992 para organizar su plan de expansión de 120 tiendas para toda Catalunya pero acabó dejando la empresa en 2010 por desavenencias con la orientación que tomaba el negocio.

Un año más tarde, Maxipà le ofreció las 21 panaderías que tenía abiertas en Menorca y que pensaba cerrar en octubre de ese mismo año. Era una propuesta arriesgada en medio del temporal de crisis pero aceptó porque le gustó la idea de vivir en la Isla. Se quedó con catorce panaderías, cerró dos en 2011 y dos más en 2012 pero abrió una nueva. Al final, no ha podido ser.

En el obrador de Ferreries se fabrica la masa y el pan sin congelar que envían a las tiendas para acabar de fermentar y cocer. Tres Pans ha querido destacarse desde el primer día por ofrecer una oferta variada sobre toda clase de panes, tratando de combatir el pan congelado que ofrecen algunas grandes superficies y gasolineras.