Josep Maria Quintana: "El Consell debe asumir competencias municipales"

En esta línea, abogó por dotar de poder a las administraciones insulares para obligar a los ayuntamientos a mancomunar determinados servicios. "Los consells deben ostentar sobre las corporaciones locales ciertas facultades de control que son actualmente imposibles debido al sacrosanto principio de la autonomía municipal", subrayó Quintana.

En concreto, el ponente menorquín consideró que la legislación básica del Estado en materia de Administración Local debe hacer posible que el Consell de Menorca asuma la competencia, no sólo en ordenación del territorio, sino también en materia de urbanismo sobre todas y cada una de las poblaciones.

Asimismo, el jurista apuntó que también debería ser asumida por la Administración insular la disciplina urbanística, así como las competencias de policía, protección civil y prevención y extinción de incendios, patrimonio histórico-artístico, servicios de recogida y tratamientos de residuos, de infraestructuras y prestación de servicios de telecomunicaciones, tráfico, sanidad, cultura, transportes, carreteras, caminos y protección del medio ambiente.

"En este nuevo esquema, el Consell devendría el eje básico de nuestra Administración local, además de ser también un órgano de naturaleza autonómica, con competencias propias", señaló.

En esta línea, remarcó también la necesidad de redefinir el sistema de financiación de los consells insulares puesto que, según dijo, en caso contrario la reforma anunciada por el Gobierno sobre el Anteproyecto de Ley para la racionalización y sostenibilidad de la Administración Local será en vano.

El reflote de las diputaciones

Quintana alabó la intención el Ejecutivo central aunque criticó que el anteproyecto pretenda fundamentarse en un reflote generalizado y sin matices de las diputaciones, cuyo resurgir calificó de un "ardid" contra las comunidades autónomas.

El ponente añadió que para que la nueva normativa sea eficaz debería adoptar medidas como el refuerzo del control, cuestionar la dogmática sobre el soberanismo municipal, eliminar el principio de voluntariedad en la constitución de mancomunidades y permitir que los consells insulares absorban algunas competencias municipales que, según afirmó, "son de vital importancia para una ordenada y racionalidad administración de Menorca.