La viabilidad del proyecto del varadero del Cós Nou presentado por la empresa Pedro's Boat Centre preocupa y genera serias dudas entre el sector náutico y turístico del puerto de Maó. Su proyecto fue el único que optó a la concesión tras la retirada en el último momento de la constructora Antonio Gomila. Ahora debe hacer frente a una inversión de 8,6 millones de euros y el pago anual de 450.000 euros en los próximos 23 años, todo ello en un contexto de crisis económica como la actual.
En una entrevista publicada por el 'Menorca, el propio empresario, con una trayectoria de más de 17 años de experiencia en la gestión y prestación de servicios de varada y botadura de embarcaciones en Maó, aseguraba que su propuesta no era temeraria. "Lo avala un estudio de viabilidad y de futuro", subrayó. Sin embargo, otro estudio de viabilidad realizado por la empresa Nautic Center, (cuya experiencia en los mismos servicios se remonta al año 1994) tras la convocatoria por APB en 2010 del concurso para gestionar este espacio, señalaba todo lo contrario. Esta empresa hizo cálculos de la viabilidad del proyecto, pero "por prudencia" optó por no presentarse al concurso.
Un máximo de 2,5 millones
Según su estudio, los servicios exigidos por APB en las bases del concurso obligan al futuro concesionario a realizar una inversión de más de ocho millones euros, una cifra altísima si se tiene en cuenta, por ejemplo, que en recientes concursos de varaderos en la costa levantina la inversión rondó los dos millones de euros. En Menorca, a la cifra de 8,6 millones de inversión había que añadir además el pago de un canon anual de salida de 258.000 euros.
El estudio de viabilidad de Nautic Center Menorca aconsejaba sin embargo una inversión máxima de 2,5 millones de euros y un canon anual máximo de 260.000 euros. A partir de estos importes la concesión entraría en grandes pérdidas económicas. Pedro's Boat Centre ofertó en cambio 8,6 millones de inversión y 450.000 euros de canon. Según ese mismo estudio de viabilidad de Nautic Center Menorca, y suponiendo que el concesionario debía hacer frente a una inversión total de 8,6 millones de euros, el primer año, el varadero acumularía 490.000 euros de pérdidas.
Los gastos corrientes y amortización, (ajustando al máximo los costes) sumarían alrededor de 1,3 millones y los ingresos a duras penas, subiendo los precios al máximo y cobrando por todos los servicios, llegarían a 800.000 euros anuales. En estos momentos, se está facturando alrededor de 300.000 euros por año.
A la cifra de pérdidas habría que sumar los intereses bancarios, en total las pérdidas del primer ejercicio alcanzarían los 680.000 euros. Y el quinto año ya sumarían más de 3,5 millones de euros, con el agravante de que el "cash flow" de la empresa sería negativo desde el primer año, es decir, la empresa tendría graves problemas de tesorería ya desde el primer año.
Aplazamiento de pagos
Precisamente, debido a la crisis y al impago de algunas empresas concesionarias, la propia APB anunció en marzo aplazamientos de deudas por más de 7,6 millones de euros a sus usuarios y concesionarios con el fin de flexibilizar el cumplimiento de las obligaciones contraídas con el organismo portuario. Hasta esa fecha, APB concedió a una decena de empresas que operan en sus puertos dichos aplazamientos de deuda. Otras siete empresas más, sin contar con algunos pequeños comercios que adeudan importes de menor cuantía, también solicitaron adherirse a estas facilidades de pago que contempla la Ley General Tributaria.
En total, la APB soporta un déficit por parte de sus deudores que superaba en marzo los 30 millones de euros, incluyendo deudas en periodo voluntario de pago y deudas vencidas.
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