Los restos quemados de la sala Copacabana y el techo de una bolera abandonada son las vistas desde un restaurante de la zona. | Gemma Andreu

TW
12

Las urbanizaciones se desperezan y empiezan a prepararse para una nueva temporada turística pero en Son Bou, hace años que algunas instalaciones están abandonadas y dan una imagen pésima a una zona estratégica junto a uno de los mayores y más bellos arenales de Menorca. Los ‘esqueletos’ de antiguos locales destinados al entretenimiento de los miles de turistas que acoge Son Bou cada año afean y perjudican a los negocios de alrededor.

Este es el caso de la antigua sala de fiestas Copacabana, que fue pasto de las llamas en febrero de 2016 –se acaban de cumplir nueve años–, y cuya estructura dañada por el incendio sigue en pie pero en estado ruinoso muy cerca de otras tiendas y restaurantes, de hecho su entrada renegrida está contigua a la farmacia; después del suceso continuó la explotación de una parte del Copacabana dedicada a bar y hamburguesería, pero ahora mismo tiene colgado en la puerta el cartel de traspaso.

El bar Copacabana cuelga el cartel de traspaso. | Katerina Pu

De hecho, el que fuera emblemático club nocturno de la urbanización, de mil metros cuadrados, está a la venta en algunos portales inmobiliarios por 490.000 euros. Se publicita como un espacio versátil, con 300 metros cuadrados en el interior y terraza de 700 metros cuadrados con vistas al mar.
Otros dos mamotretos concebidos para la diversión pero que ya llevan años cerrados son una gran bolera construida en la parcela tres del centro comercial Sur Menorca de la urbanización de Son Bou, justo debajo del Copacabana, y los toboganes y el resto de instalaciones del parque acuático del Club San Jaime.

El ‘bowling’ cerró en 2009

En el caso de la enorme bolera insertada muy cerca de un restaurante, se construyó en 2006 y cerró en 2009, es decir, lleva quince años sin uso, salvo en el parking construido en la planta inferior que, según atestiguan los empresarios de Son Bou consultados, es utilizado por una empresa de alquiler de coches para estacionar y limpiar sus vehículos.

gg010325050 (4).jpg
Interior de otro local de ocio, Mojitos, ahora en obras para transformarse en apartamentos destinados a trabajadres del Royal Son Bou. | Gemma Andreu

El Ayuntamiento de Alaior concedió la licencia de obras para esta bolera de grandes dimensiones en el año 2006, situada en una rotonda entre otros locales que otros dueños de negocios afirman estaba grafiada como zona verde en la planimetría original de la zona. La propiedad correspondía a tres socios, Nova Promoció Menorquina SL, Eugenio García e hijos SL y Eugenio Aguiló, que no acabaron en buenos términos, es más, sobre un tercio de la propiedad de la gigantesca bolera pesa un embargo por deudas con Hacienda.

El impacto que produjo la obra y las dimensiones del equipamiento de ocio en el interior de la urbanización no se ha visto compensado por generar actividad o clientela para los negocios de alrededor, sino todo lo contrario, es un polo de atracción para acciones vandálicas, la puerta tuvo que ser tapiada porque entraban okupas y su enorme cúpula negra tapa las vistas de la terraza de un restaurante próximo.

El recorrido por las instalaciones en desuso incluye, avanzando hacia San Jaime, el parque acuático y las instalaciones del club del mismo nombre. Primero cerraron los toboganes y continuaron abiertos el restaurante y la piscina pero hace ya tres años que el negocio, propiedad de la mercantil Inversiones San Jaime SL, dejó de ser explotado y permanece completamente cerrado. Algunos de los empresarios consultados por este diario se quejan además del poco control sobre la ocupación de plazas de aparcamiento por las empresas de alquiler de coches, relatan que algunas incluso limpian vehículos en la calle y vierten el agua sucia en zonas no habilitadas para ello.

El parque acuático del Club San Jaime hace años que no funciona. | Katerina Pu

Afirman sentir que están en una ubicación privilegiada del litoral menorquín pero que, poco a poco, pierde atractivo por esta falta de cuidado y por el abandono de equipamientos caducos.

A todo ello se añade que Son Bou ha vivido la última temporada problemas con la depuración de aguas y tanto el prado como la zona húmeda han sufrido episodios de contaminación fecal. A finales del año pasado el Consell anunció un plan de gestión integral del sistema de depuración de aguas residuales, unificando las tres redes existentes en una sola y reducir la aportación de agua residual a la zona húmeda.

Los negocios aguardan soluciones y la mejora general de una urbanización que es motor del municipio.

El apunte

La reforma de las torres de Melià que sigue atascada

El complejo hotelero Sol Milanos Pingüinos, las dos torres gemelas que se alzan en Son Bou, es el único hotel de tres estrellas que la cadena Meliá International no ha podido aún reformar para elevar su categoría. Entre 2016 y 2017 el grupo preparaba el proyecto para transformar los hoteles con una inversión que se calculaba entonces en 60 millones de euros. El caso sigue atascado en los tribunales tras el recurso contencioso presentado por los ecologistas del GOB.