Miquel Pascual Bagur - Sandarrubia

TW
0

Autoficha
Me llamo Manuel Sandarrubia Sosa. Nací en Maó pero soy voluntario de Cruz Roja en Ciutadella. En cuanto a aficiones me gusta mucho ver el futbol, soy del equipo Real Betis. También me gusta el cine, la playa, salir a comer con mi gente y me encantan los perros porque son unos animales en muchos aspectos muy similares a las personas.


¿Desde cuando es voluntario de Cruz Roja?

Desde el año 2001, hace 11 años. Cuando hice el servicio obligatorio en Cruz Roja como objetor la verdad es que solo pensaba en terminar cuanto antes, era un chaval de 18 años y quería terminar el servicio obligatorio pronto. Pero al ver todo lo que Cruz Roja hace por los demás me llegó al alma y vamos, no me lo pensé dos veces a la hora de hacerme voluntario. Lo que hace Cruz Roja es realmente muy bonito, va mucho más allá del servicio de ambulancias, que es lo que yo conocía antes de introducirme en su mundo. La verdad es que doy gracias por haber ido a parar a Cruz Roja como objetor y poder así aportar mi granito de arena.

Ha realizado algunos cursos para poder actuar mejor en Cruz Roja. ¿Cómo ha sido esta formación?

Hice el curso de primeros auxilios, que es básico para este servicio. También el de técnico de transporte sanitario, otro más de conducción que hice por la RAC. El objetivo siempre ha sido obtener más conocimientos para hacer más cosas para Cruz Roja.

¿Qué es lo mejor de dedicarse a Cruz Roja?

Pues el sentirse muy bien al ayudar a otras personas, el buen ambiente que hay entre todo el equipo, conoces a mucha gente especial. Sentirse bien con uno mismo... Es difícil de explicar con palabras.

¿Cómo afrontan las situaciones más complicadas? ¿Tienen suficientes recursos?

Las situaciones más complicadas se afrontan con serenidad, compostura y temple. En cuanto a recursos, nunca son suficientes porque siempre hay diferentes circunstancias y problemas humanitarios.

¿Cómo animaría a la gente a hacerse voluntario de Cruz Roja?

Pues les diría que Cruz Roja no son solo ambulancias y que hay muchas cosas que hacer aquí, como compañía a la gente mayor. Se conoce a mucha gente en Cruz Roja y uno se lo pasa muy bien además de sentirse bien con uno mismo, razones más que suficientes como para no pensárselo siquiera.