Del delegado del Gobierno al director insular

Este cargo político, creado en 1857 como subgobernador, ostenta la representación del Estado en Menorca. Entre sus funciones destaca la coordinación de todos los departamentos y competencias que pertenecen a la estructura de la administración central: cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, Costas, Agencia Tributaria, inmigración y Seguridad Social.

Durante el franquismo (1939-1975) el cargo de delegado del Gobierno -en realidad, delegado del gobernador civil de la provincia- adquirió gran relevancia y peso político. Llevaba aparejada la Jefatura Insular del Movimiento y de hecho era quien nombraba y cesaba a los alcaldes.

Pedro Pons Coll fue el último delegado del gobierno de Franco en Menorca. Casi dos años después de la muerte del general fue relevado por Francisco Tutzó, que presentó la renuncia al entrar en vigor la normativa que exigió la condición de funcionario nivel 1C para desempeñar este puesto.

Clemente Ríos Rico fue el último delegado del Gobierno en Menorca y también el primer director insular de la Administración del Estado, por el cambio normativo que se empezó a aplicar en abril de 1997.