Molino. Ahora las máquinas se reponen con mayor facilidad de las incidencias que se producen - Archivo

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La mejora del sistema con el que el parque eólico de Milà afronta las incidencias en su funcionamiento ha permitido que el año pasado se batiera el récord de energía producida en la Isla por la fuerza del viento. Y eso pese a que las condiciones meteorológicas no han sido las más óptimas para este tipo de generación de energía, ya que 2011 no fue un año especialmente ventoso.

Según el responsable del parque, el ingeniero Rafael Muñoz, el año pasado se produjeron unas 1.770 horas de viento equivalente, que es el parámetro usado para el aprovechamiento de la energía eólica y que constituye la relación entre el tiempo de funcionamiento de la máquina y su potencia máxima, que en el caso del parque de Maó es de 3,2 megawatios a la hora. Esto significa que en 2011 se generaron unos 5.670 megawatios a la hora.

Así las cosas se han superado las 1.750 horas de viento equivalentes de 2007, un año en el que sí hubo mucho viento, y las 1.600 horas que suelen ser habituales desde la apertura de la instalación visible sobre el puerto de Maó en 2004.

Esta mejora del rendimiento se ha producido por la reducción espectacular del número de horas en las que las aspas de los cuatro molinos del parque eólico de Milà han estado paradas por las incidencias externas o propias. Rafael Muñoz explica que se han pasado de las 350 horas de paro forzado al año a 88 horas en 2011, "y casi todas anteriores a mayo, que es cuando se instaló el nuevo sistema de relés y reenganche".

Con el sistema anterior, cualquier incidencias en la red de suministro eléctrico o en el propio mecanismo de los molinos hacía que el sistema se interrumpiera por un largo periodo de tiempo. El dispositivo de reconexión no acababa de funcionar, y el mecanismo se enfriaba, incluso con condensación de agua.

Así las cosas, al intentar retomar la producción, era muy probable que surgiera una avería. Y esto teniendo en cuenta que al año se producen entre 120 y 130 incidencias. "Si la incidencia se producía por la mañana o la tarde de un día laboral, lo recuperábamos enseguida, pero si era por la noche, o la víspera de un festivo, estaba muchas horas parado", comenta Muñoz.

En 2004 los responsables del parque solicitaron un nuevo sistema para hacer frente a las averías. Fue pasando el tiempo y en 2010 llegó una subvención del Govern para una actuación con las más modernas tecnologías que se desarrolló el año pasado. Se estrenó en mayo.

En concreto se sustituyó el juego de relés de protección general, que actúan en el denominado "punto de frontera" con la red de distribución". Así las cosas, el sistema de reconexión funciona mejor, y en cualquier caso un dispositivo avisa por SMS a los responsables del parque sobre la incidencia, pudiendo incluso por internet adoptar las medidas necesarias para reducir el impacto de lo sucedido y el número total de averías.

"Desde mayo las desconexiones por incidencias en la red han durado unos pocos segundos o un par de minutos", dice Muñoz. Si alguien ve los molinos parados durante horas es, por tanto, como consecuencia de una desconexión programada por tareas de mantenimiento o requerida por la red general.

A por las 1.850 horas

Muñoz espera de cara al futuro inmediato alcanzar las 1.850 horas de viento equivalente al año. Aún así, la cifra se queda algo lejos de lo que sería el rendimiento óptimo del parque eólico de Milà, que en el momento de su inauguración se estimó en 2.200 horas. Las razones de este descuadre entre previsión y realidad son, según Muñoz, un exceso de optimismo y la instalación de los molinos a una altura unos veinte metros inferior a la recomendable, por cuestiones de impacto ambiental. Otra razón era hasta mayo el impacto que tenían las incidencias, que pueden proceder de distintos orígenes, como los cortes en la red general o incluso el impacto de un relámpago, como ocurrió en 2008.

Cabe recordar además que no todos los vientos van bien al parque de Milà. Mejor si vienen de 'migjorn' o 'llevant', ya que son más sostenidos. La tramontana no es el viento más recomendable, ya que va por rachas y aumenta su velocidad en pocos segundos. Los molinos cuentan con un dispositivo que interrumpe su funcionamiento cuando detecta un exceso de vibración en la infraestructura, "ellos mismos se paran por precaución". Esto ha ocurrido estos días, cuando la tramontana ha alcanzado los 97 kilómetros por hora.

La mejora de la efectividad del parque repercute en un incremento de la facturación a la empresa de suministro eléctrico, que se situaría en 2011 entorno a los 430.000 euros, y una reducción de las averías. Este último concepto no tiene consecuencia económica, de momento, porque el parque eólico de Milà dispone de un contrato de mantenimiento. No obstante, si mejora su funcionamiento este contrato, en buena lógica, se podrá negociar a la baja.