El Ayuntamiento de Maó aún no ha realizado ningún cálculo sobre lo que podría costar el referéndum del topónimo de la ciudad, pero lo que es seguro, si se tienen en cuenta experiencias de este tipo que se han llevado a cabo en otros municipios españoles, es que no saldrá gratis al erario público.
La consulta popular realizada en septiembre de 2006 en el municipio canario de San Bartolomé de Lanzarote costó 4.235 euros, de los cuales 3.791 fueron pagados por el Consistorio y el resto de la cuantía por el Gobierno de Canarias. Otro referéndum previsto para el pasado día 23 en un pueblo de la Comunidad Valenciana, Teulada, tenía un coste estimado de 3.000 euros, aunque finalmente la convocatoria anticipada de elecciones generales, para el 20 de noviembre, obligó a cancelar la consulta, ya que la ley no permite que se realicen este tipo de votaciones 45 días antes de los comicios estatales.
En ambos casos la diferencia con Maó es que no se trataba de cambios del nombre de la ciudad sino de propuestas de adición de otro topónimo al ya existente.
En el caso del municipio de Lanzarote se votó la adición del nombre Ajei, con lo que la localidad hubiera pasado a denominarse San Bartolomé de Ajei, pero los ciudadanos rechazaron en las urnas dicha denominación.
Según las cuentas presentadas por el gobierno municipal de dicha localidad ante el pleno, recogidas por la prensa local, los gastos realizados para llevar adelante la consulta fueron los estrictamente necesarios: sobres, lonas anunciando la votación, reparto de sobres, reparación y sustitución de toner en impresoras, folios y la edición de un libro infantil sobre el topónimo sobre el que opinó la ciudadanía, Ajei.
Las mesas electorales fueron atendidas, en horario de 8 a 22 horas, por personal del Ayuntamiento a cambio de días libres por el trabajo realizado. La consulta de San Bartolomé tuvo un resultado en contra del cambio y una escasa participación; de los 11.250 electores potenciales sólo votó un 11,36 por ciento.
En la localidad de Teulada el referéndum ha quedado en suspenso, aunque la previsión es mantener su convocatoria y abrir los dos colegios electorales existentes en el municipio para celebrarla, según señalaron ayer desde el Consistorio. El presupuesto estimativo del coste de la consulta, 3.000 euros, incluye la campaña institucional, y el censo es de 7.000 electores, aunque la población total, si se une el núcleo turístico de Moraira -el topónimo que se quiere añadir al nombre oficial-, es de 14.500 habitantes.
Cabe reseñar que el referéndum fue promovido por la formación Ciudadanos por Moraira, con el argumento de que el topónimo Teulada-Moraira es conocido como marca turística.
Gornés: "Estamos ocupándonos de cosas más perentorias"
El concejal de Educación y Coordinación Institucional, Simón Gornés, reconoció ayer que el equipo de gobierno mantiene su compromiso electoral de realizar el referéndum sobre el topónimo pero, de momento, se ocupa de cosas más urgentes y "perentorias", como es la gestión económica y la reducción del déficit.
"Cuando veamos oportuno articular el proceso lo haremos, pero aún no nos hemos ocupado de ello en profundidad", señaló.
La primavera de 2012 se mantiene así como fecha probable y difusa de la consulta, pero lo primero, afirmó Gornés, es aprobar el presupuesto y "reorientar la economía, esa es nuestra dedicación".
Sobre la campaña que ha surgido en las redes sociales en favor del topónimo en catalán Maó, el edil del PP manifestó "me parece bien, es una de las virtudes que tienen las nuevas tecnologías, hacer que una noticia se popularice de forma global". Otra cosa -añadió-, son las interpretaciones políticas.
Gornés recordó que la propuesta electoral del PP es hacer cooficial los nombres de la ciudad en catalán y en castellano, recuperando así "un topónimo histórico que figura en el escudo y en documentos oficiales, pensamos que es un valor que el municipio no puede perder".
No obstante, el concejal recalcó que el objetivo de la consulta es "que decida la gente, nosotros aceptaremos su decisión, nosotros damos importancia a ambas formas, no somos excluyentes, y creemos que las dos son aceptadas en nuestro ámbito", aseveró.
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