Las primeras actuaciones se realizarán en el casco histórico, dado que se priorizarán las edificiones con más antigüedad.

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Tendrá carácter obligatorio, pero cada propietario podrá designar libremente al técnico que redactará el informe sobre el 'estado de salud' de su vivienda. También correrá con el coste de esta revisión, y deberá asumir las reparaciones en caso de que sean detectadas deficiencias.

Esta es la filosofía que inspira la ordenanza municipal para la inspección técnicos de edificios que ultima el teniente de alcalde de Urbanisme de Ciutadella, Ramón Sampol, con el propósito de que sea aprobada en el pleno del próximo mes de noviembre.

Tal como avanzó Ultima Hora Menorca en su edición del 17 de octubre, el nuevo gobierno municipal de Ciutadella ya ha fijado los criterios para poner en marcha esta ordenanza. Previamente será remitida a los grupos de la oposición «para conseguir el máximo consenso al ser un tema de interés general», según explicó Sampol.

El equipo de gobierno encabezado por el alcalde José María de Sintas ya tiene decidido priorizar en una primera fase la inspección de los edificios anteriores a 1900. En un segundo tramo se situarán los construidos entre 1900 y 1930, después se actuará en todas las construcciones levantadas entre 1930 y 1960, y finalmente, a las que se edificaron entre 1960 y 1990.

Ramón Sampol manifestó que «cada propietario se pondrá en contacto con el profesional colegiado que considere, arquitecto o arquitecto técnico, al que encargará la inspección. La revisión incluirá los forjados, cornisas, balcones y otros elementos estructurales».

«Si el informe es favorable obtendrá el visto bueno municipal, pero si se detectan deficiencias en la seguridad del edificio, deberán ser subsanadas a cargo del propietario, para lo que se le dará un plazo de actuación», añadió.

Las inspecciones técnicas de edificios son obligatorias en las ciudades de más de 25.000 habitantes.