Residencia. Su uso está actualmente restringido a los trabajadores del Ministerio de Sanidad, pese al acuerdo firmado el pasado marzo - Archivo

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La consellera de Turismo, Salomé Cabrera, declaró ayer que la Fundació Destí elaborará un documento con una propuesta de horarios y costes de las visitas al Lazareto, sobre la cual "tendremos que llegar a un consenso con la administración" de las instalaciones.

Cabrera manifestó asimismo que la intención del Consell es "potenciar y acelerar al máximo los trámites para poder dar respuesta al pueblo de Menorca y a los turistas y que, en la medida de las posibilidades, este verano se pueda visitar este enclave único que es el Lazareto".

La responsable de Turismo realizó estas declaraciones tras mantener la primera reunión de trabajo con la administradora de la edificación fortificada del islote del puerto de Maó, Ana Isabel Muñoz, y después de la polémica nacional suscitada por la reciente visita al Lazareto de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, mientras que la zona sigue cerrada a los propios menorquines.

Y ello después de que en marzo de este año se firmó un convenio de colaboración entre Sanidad y el Consell insular para permitir las visitas guiadas a la citada construcción, que debían haber comenzado, según consta oficialmente, el pasado 15 de mayo o, como muy tarde, ya que se preveía que sería complejo aplicar dicho acuerdo, a principios de junio.

Tres meses perdidos

Las vacaciones de Pajín y las preguntas parlamentarias realizadas por el diputado de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardà, han reavivado con fuerza la reivindicación de que el Lazareto se abra a la ciudadanía de Menorca y a los turistas, pero el Ministerio culpa del retraso al Consell.

La celebración de las elecciones autonómicas y municipales y el cambio de gobierno en la institución insular son el argumento esgrimido por el Gobierno para explicar que el Lazareto siga siendo de uso exclusivo como residencia vacacional por los funcionarios del Ministerio de Sanidad.

La consellera Salomé Cabrera se encuentra ahora sobre la mesa un acuerdo que, tres meses después de su rúbrica, no se ha ejecutado y que, de no acelerarse la negociación con los administradores del Lazareto, apenas contará con tiempo material para ser una realidad este verano. Cabrera recordó ayer que el convenio fue firmado por el anterior presidente del Consell, el socialista Marc Pons, el pasado 27 de marzo y que cubre un periodo de tiempo que va desde el 15 de mayo al 15 de octubre. Las visitas al Lazareto por lo tanto deberían haber quedado reguladas antes de la convocatoria electoral, el 22 de mayo.

La consellera garantiza que el nuevo equipo de gobierno del PP trabaja ya para "dar contenido" al convenio que rubricó el anterior Ejecutivo insular.

Uso compartido

El senador por Menorca del Grupo Mixto, Arturo Bagur, señaló ayer que el Ministerio de Sanidad y el Consell "tienen que ponerse de acuerdo" para ejecutar el convenio ya que, añadió, el trabajo parlamentario por su parte ha concluido. Bagur formuló una interpelación a la ministra de Sanidad, Leire Pajín, sobre el Lazareto que ésta respondió con el anuncio de la firma del convenio, por lo que el senador no presentó la moción posterior.

Bagur consideró que existe "la voluntad" por ambas partes de que el acuerdo sobre las visitas públicas al Lazareto llegue a buen fin y se mostró partidario del uso compartido de las instalaciones, para garantizar su mantenimiento.

Por otro lado, la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, pidió ayer a Pajín que explique "en qué condiciones ha hecho uso" de la residencia pública del Lazareto de Maó.

"Un escándalo"

Para Irene Coll, presidenta de Unió Menorquina, uno de los partidos más reivindicativos en relación al uso público del Lazareto, la estancia vacacional de Pajin es, además de una "tremenda equivocación política, un escándalo para los menorquines".

Coll afirmó ayer que su partido seguirá exigiendo la reversión del Lazareto, con una partida anual de Madrid para su conservación, y calificó el convenio de "misterioso protocolo que jamás se hizo efectivo y del que ni Sanidad ni Fundació Destí parecían conocer nada".

Una visita "loable"

La diputada del PSOE, Gràcia Muñoz, cree que es "totalmente loable" la visita privada de 40 horas de la ministra a unas instalaciones propiedad del Ministerio "que no conocía".

Muñoz critica el trato informativo dado a la estancia de Leire Pajín y afirma que, mientras se exige normalidad a los cargos públicos y políticos "cuando practican un tiempo de ocio merecido hay quienes lo convierten en negocio de la comunicación.