Exterior. El amplio patio, espacio para el descanso - Archivo

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A partir del mes de julio, Ciutadella dispondrá de un nuevo y pequeño hotel de ciudad. En la calle Marquès d'Albranca, muy cerca de la Contramurada y donde antes se ubicaba un centro polivalente, abrirá sus puertas el Hotel Marquès d'Albranca, con cinco habitaciones y los mismos gestores que llevan otro establecimiento inaugurado un año atrás, el Hotel Tres Sants.

El edificio fue adquirido recientemente por un empresario de Andorra, cuya intención inicial era convertirlo en una vivienda particular para sus épocas en Menorca. Sus planes cambiaron tras su estancia en el Hotel Tres Sants y después de comprobar las potencialidades de un edificio que algunos aseguran que en el siglo XVIII ya era un cuartel de caballería. Durante los últimos meses, el edificio ha sido reformado y habilitado para poder ejercer las funciones de hotel de ciudad, otorgando una especial importancia a unos espacios comunes muy espaciosos y que llevan camino de convertirse en el emblema de este nuevo establecimiento.

Los gestores de esta nueva instalación apuestan por ofrecer el mismo trato que en el Hotel Tres Sants, y andar un camino que se ha demostrado con un elevado potencial. "La gente quiere algo exclusivo, diferenciado, personalizado, auténtico y original, y esto es lo que tratamos de conseguir", asegura uno de los responsables del negocio. De momento, la fórmula parece funcionar, puesto que aún sin comercializar el hotel directamente a través de la página web, el negocio colgará el cartel de completo desde finales del próximo mes y hasta que acabe el agosto. Los responsables del establecimiento aseguran que se trata de clientes que o bien han pedido hospedarse en el Tres Sants y no ha sido posible, o bien algunos que, satisfechos con el trato recibido en el primer hotel, quieren seguir confiando en los mismos gestores para que cuiden de su estancia en Ciutadella.

La puesta en funcionamiento de este nuevo establecimiento hotelero generará, de momento, tres nuevos puestos de trabajo, puesto que el mismo personal se encargará del día a día de los dos hoteles que gestiona esta empresa. Se trata, aseguran los gestores, de un trabajo muy personalizado "que requiere un esfuerzo especial, gente que no mire el reloj y que pueda dedicar a los clientes una atención personalizada, atenderles directamente. Es algo que los huéspedes valoran mucho, y que a su vez compensa y mucho a quienes nos encargamos de este negocio".