Cinturón marrón en conciliación familiar

El candidato del PP al Consell y al Parlament saborea estas primeras horas del día como uno de los selectos momentos de la jornada en que puede disfrutar de su familia, su mujer y sus dos hijas, mientras se preparan para afrontar, la mayor, las clases de ESO y de Primaria la menor. Se hace notar también una perra muy simpática y juguetona.

Tadeo tiene muy clara la importancia de no descuidar la familia y por ello le dedica casi en exclusiva todo el tiempo libre que le deja la política. "En campaña vas a tope, pero yo siempre he ido a tope, tanto en el partido como en el resto de los trabajos que he realizado. No me importa hacer muchas horas, ni regalar días de vacaciones o trabajar un domingo por la tarde".

Ayer era un día especial porque compartió gran parte de la jornada con el líder autonómico José Ramón Bauzá, saltándose la norma de comer siempre en casa para estar un rato con los suyos, donde además puede dar rienda suelta a su buen saque en la mesa, "tengo una cocinera muy buena en casa". La cocinera, su mujer, Bego, apunta que Tadeo también es cocinitas, aunque ahora ejerce de forma esporádica, incluso con un punto innovador, "yo sigo más la receta", dice ella. Descansa un cuarto de hora, "sin llegar a dormir, veo los informativos y, aunque sé que suena a tópico, algún documental de La 2". Bego da fe. Otro tópico: A él se le dan bien las paellas, y le gusta compartirlas en semi-improvisadas reuniones de amigos o familiares.

Durante ese cuarto de hora, veinte minutos tal vez, deja el teléfono móvil en silencio y lo enchufa a la red eléctrica. "Los dos necesitamos recargar las pilas". Luego, siempre devuelve las llamadas no contestadas. También es el momento de jugar con sus hijas, algo en lo que se suele volcar el fin de semana, compaginándolo con la navegación y alguna escapada con su mujer "a fer un mosset".

El móvil nunca para, hasta el punto que su esposa afirma que "a veces lo envidio, ya me gustaría que me prestara a mi tanta atención", algo que de inmediato corrige asegurando que Santiago Tadeo es detallista y atento, "es muy buena persona". El móvil es también un elemento de contacto con la familia, con llamadas y lo que el candidato denomina, con sonrisa socarrona, "mensajitos cariñosos". A veces la pantallita no es suficiente, y Tadeo intenta pasar por casa a media tarde.

Rebobinemos. Santiago Tadeo suele salir de casa entre las 8 y las 8.30 horas. A veces pasa por su empresa de asesoría fiscal y laboral, unas veces que son muy pocas en plena campaña. Se dirige a la sede del partido y se deja caer por el Ayuntamiento de Es Castell para cumplir con sus obligaciones de concejal de Hacienda. Ayer no. Ayer vino Bauzá y se entregó a la campaña, aunque salió de casa a las 10.15 horas por culpa del que firma este texto.

La primera cita con el candidato a presidente del Govern era a las 10.30 horas. Tadeo llegó un poquito tarde porque se paró a comprar un ramo de flores para su mujer, que cumplía años. "Esto hay que cuidarlo". Su mujer es un gran apoyo y su principal admiradora. Le anima, le escucha y le acompaña en todos los actos electorales que puede. "Así paso más tiempo con él", afirma Bego. De hecho, es una activa afiliada al PP. Pese a ello, Tadeo asegura que cuando está en casa sabe cambiar el chip. Bego lo confirma: "Es muy conciliador, tiene buen carácter y es muy trabajador". Salta a la vista que lo ve con buenos ojos. "Siempre está disponible para lo que sea cuando le piden algo". Pero matiza, "aunque cuando se lo pido yo...". La cosa no pasa a mayores.

No le falta sentido del humor y ríe con facilidad. Bauzá llega más tarde incluso a la rueda de prensa. El avión se ha retrasado. Mientras espera, Tadeo repasa con su equipo de campaña los detalles del día que está por venir. Cuando Bauzá baja de un monovolumen, Tadeo le abraza y le hace notar que se han vestido de uniforme: americana oscura, camisa azul y tejanos. La rueda de prensa fue el primer paso de un ajetreado día de campaña, que le llevó luego a Ciutadella y a un sinfín de encuentros, visitas y reuniones que culminó con un debate con su rival al Consell.

¿Cómo aguanta el ritmo? Santiago Tadeo afirma que siempre ha sido deportista, "ahora un poco menos", y ha intentado cuidarse. A nivel federado, jugó a fútbol con el Atlético Villacarlos y practicó kárate, llegando a conseguir el cinturón marrón. "La política a cierto nivel es dura, y yo me implico mucho en todo lo que hago". Tanto, que para no descuidar a sus hijas, su mujer disfruta de una excedencia de su actividad de maestra. "Es vital tener detrás una familia que aporte estabilidad". Dice vivir relajado y agradece sobremanera la tranquilidad, "prefiero adelantar trabajo a que no me coja el tren". Es aplicado y curioso. "Cuando estuve de contable en la tienda de mis suegros aprendí a hacer dobladillos y en COINGA, a hacer quesos".

La familia tiene asumida la situación del padre de la familia, "no lo llevan mal, y para mí lo importante es tener claras las prioridades". Ha ayudado que su entrada en la política haya sido progresiva, empezando por una concejalía en un pueblo en el que no reside pero que siente como suyo por vínculos familiares, puesto que procede de la estirpe de los "tramuntana". Afirma que es medio de Es Castell, medio de Maó, donde nació (concretamente en el Hospital Militar) y ha residido, con un paso de seis años por Tenerife.

Su faceta pública le llegó de forma paulatina, "político no lo es uno cuando quiere, sino cuando la gente lo ve a uno como político". Sus hijas se sorprendieron al principio al ver que salía en los periódicos, pero llevan el tema con naturalidad. "La mayor es la que más lo entiende". Un salto enorme fue la presidencia del partido. Luego vino la candidatura a Consell y Parlament. Bego afirma que cuando se lo planteó "lo primero que pensé fue en su foto en las grandes vallas electorales". Aseguran ambos que nunca han hablado del día en que pueda llegar a presidir el Consell.

Cierra el día una cena de campaña, y a casa. Tarde, suele ocurrir. Su mujer siempre lo espera despierta. Si la hora lo permite, comparten cena. Si no, él cena y ella lo acompaña en la conversación. Las niñas ya duermen. No tarda mucho en dar con sus huesos en la cama. Un poco de tele, quizá lectura con textos variados, "aunque ahora tengo dos libros empezados que me están costando un poco". Afirma que no le cuesta dormirse. Ningún aspecto de la política le quita el sueño, "porque me siento bien con lo que hago, sin perjudicar a nadie, con la verdad por delante y dando siempre explicaciones. Siempre cuido mucho las relaciones personales". Por todo esto, y porque no para quieto.