Reunión de la junta rectora del Consorci del Pati de sa Lluna en dependencias municipales - p caib

TW
0

La junta rectora del Consorcio del Pati de Sa Lluna, formado por Govern, Consell y Ayuntamiento de Alaior han aprobado la reubicación del polémico ascensor del edificio y la distribución de varios espacios más para proteger los almacenes y el aljibe descubiertos durante los trabajos de rehabilitación del convento franciscano del siglo XVIII.

La nueva distribución afecta sobre todo al sótano y la planta baja. Así, el ascensor, que en un principio debía de instalarse en el medio del patio tal y como exigió en su día la Conselleria insular de Cultura, Educación y Patrimonio, será reubicado en una zona interior, donde se ha descubierto la existencia de una escalera antigua que conecta todas las plantas del inmueble. El portavoz de EM-IA, Josep Portella, anunció en su día que no daría su voto a favor del proyecto si la consellería no buscaba una solución alternativa que evitara el impacto del ascensor en medio del patio, posteriormente se incluyó en la licencia y en el informe de Patrimonio la posibilidad de reubicar el elevador y, finalmente, así ha sido.

Nuevo acceso para el aljibe
Otra de las modificaciones que se llevarán a cabo en la planta baja será la apertura de un nuevo acceso desde la calle de las escuelas para facilitar la visita al aljibe descubierto en el sótano. Según el arquitecto jefe de la obra, Bernardí Seguí, esta cisterna supera los 70 metros cuadrados de superficie y los 14,5 metros y medio de profundidad. Explica que las obras han sacado a la luz una escalera en un lateral utilizada posiblemente para el mantenimiento del depósito. Seguí apunta a la posibilidad de que en una zona aledaña aún cegada, se descubra un nuevo aljibe, y es que los constructores originales del edificio aprovecharon como cisterna el hueco dejado por la cantera de donde extraían el "marès" para levantar el edificio.

La junta también acordó ayer la redistribución de la planta baja del claustro; la cafetería se reubicará en la zona ocupada por el antiguo refectorio del convento. En esta planta se instalarán los lavabos, la recepción, el control del edificio y dos salas polivalentes destinadas a reuniones, conferencias y exposiciones temporales, una tienda, camerinos, vestidores y baños. En esta zona los obreros también han encontrado una puerta que comunica el claustro con la Iglesia de Sant Diego que será recuperada.

El arquitecto jefe explica que el proyecto histórico sólo incluía una planta baja y un primer piso, posteriormente se añadió una planta más, aunque nunca llegó a concluirse, si bien se transformaron algunos espacios en viviendas. "No hemos acabado de descubrir cosas", advirtió el arquitecto jefe, quien añadió que a medida que se desarrollan los trabajos, la estructura del propio edificio irá indicando a los técnicos cómo deben ir adaptando el proyecto original.

En las plantas superiores se mantiene el uso para exposiciones y el altillo se dedicará a un uso administrativo y a instalación y almacenes.

Los trabajos de rehabilitación se realizan de manera coordinada y en paralelo con los trabajos de restauración, consolidación y protección de las pinturas murales halladas en todo el edificio.