A Diego Dubón Pretrus (con "r" entre la "p" y la "e") le conocí cuando él era un niño; para la pandilla de su hermano Paco, era como nuestro hermano menor; un chaval despierto, con personalidad definida que con sus salidas, casi siempre acertadas, nos hacía reír a todos y valorar su intuición. Como siempre ocurre, aquel chaval fue madurando; cubrió las distintas etapas formativas hasta conseguir coronar su carrera, la de docente, que inició en el "Ramis i Ramis" y finalizó en el mismo instituto, no hubo cambios, aquí se sintió a gusto, satisfecho consigo mismo y su vocación pedagógica fue cobrando cuerpo dando con ello sentido a un "sueño" que se hizo realidad.
Aunque no resulta novedoso, iniciaremos la marcha con una pregunta obligada. ¿Dónde iniciaste tus estudios escolares?
En el Colegio "Fontirroig", con la señorita Marina Allés, pero estuve poco tiempo en dicho centro porque dejó de funcionar, cerró, mejor dicho, lo cerraron, y yo proseguí los estudios en la Academia Cervantes, la del señor Gomila Beleta; luego pasé a la "Preparatoria" del Instituto con la hoy centenaria doña María Mir.
Siguiente salto, ¿instituto?
Sí, con un detalle significativo, estudié los dos primeros cursos de Bachillerato en el viejo caserón de la plaza de Sant Francesc y los cinco restantes en el nuevo Instituto, el actual "Ramis i "Ramis", por lo que puedo decir que "cerré" dos centros docentes, el Colegio "Fontirroig" y el Instituto "des pla des Monestir".
Tu cosecha es la del 64. ¿Recuerdas a algunos de tus compañeros?
A la mayoría de ellos, a Llorenç Barber Dolz, a Nito Perchés, a José Francisco Álvarez, a Gabriel Cardona Marcé, a Matilde Cruceiro, a Carmen Florit, a Pilar Sturla, y a muchos más.
Sin duda una buena "cosecha"… ¿Barcelona en lontananza?
Sí, allí en la Universidad Central estudié la carrera de Filosofía y Letras y de Filología Hispánica; en realidad ya había decidido estudiar Lengua y Literatura Castellana influenciado por don Juan Hernández Mora y también por doña Paz Sirerol y así lo hice, del todo convencido de que para mí aquella era la mejor opción.
Y regresaste a casa, en el doble sentido de hogar y de Instituto.
Efectivamente, porque en solo cinco cursos, concretamente en seis años, pasé de ser alumno del "Ramis i Ramis" a formar parte del claustro de profesores, en donde he permanecido desde mi incorporación en el año 72, hasta el año 2008, en que me jubilé, es decir, 36 años en el mismo Instituto.
Antes de incorporarte hubo un pequeño paréntesis, ¿acierto?
Del todo, al finalizar la carrera estuve a punto de ir destinado a Santander, pero tenía la "mili" de por medio y me quedé aquí y fue precisamente durante el periodo militar cuando don Juan Hernández Mora enfermó y me llamaron a mí para que le sustituyera, sustitución que duro medio año, y que me sirvió de trampolín para reemplazar definitivamente al recordado "maestro", dado que él no volvió a incorporarse a sus tareas docentes.
¿Cómo erais los jóvenes de tu edad y en aquel Mahón de antaño?
Mucho más ingenuos que las generaciones actuales y con valores diferentes a los de hoy; éramos también más responsables, comedidos y sobre todo más respetuosos con los superiores, con los maestros y profesores, añade a todo esto el valor añadido, el de la esperanza, puesto que todos pretendíamos conseguir un futuro mejor …
¿Austeros?
Infinitamente más austeros que los chicos y chicas de ahora; sabíamos renunciar a muchas cosas que ahora se nos antojan son imprescindibles, además vivíamos dentro de unos parámetros de sencillez hoy inconcebibles, pero, y a pesar de ello, éramos felices.
El salto a Barcelona, ¿qué significó para ti?
Un despertar a la vida; ten en cuenta que en la Ciudad Condal viví en unos años de gran agitación, de huelgas, de manifestaciones y cargas policiales -los grises-, algo que desconocía del todo y me enamoré de Barcelona, su oferta cultural era impresionante, y el bullicio callejero una permanente inyección de vida; lo dicho, me enamoré.
Con anterioridad, ¿habías salido de Menorca?
Mi primer viaje a la Península, concretamente a Barcelona, lo realicé al tener que realizar allí "la prova de maduresa", requisito indispensable para entrar en la Universidad, prueba que realicé en el paraninfo de la que poco después se convertiría en mi Universidad, la Central.
¿Profesor por vocación o por…?
Soy profesor vocacional; siempre tuve muy claro que cuanto aprendiera, no solo era para mí, sino también para compartirlo; a los quince años comprendí que mi vocación estaba en la enseñanza de ahí que me decantara, plenamente convencido de mi elección, por la docencia.
La enseñanza, la de ayer y la actual, ¿en qué ha cambiado?
En estos momentos los mayores problemas en la enseñanza derivan del cambio operado en el entorno social; la crisis de valores existente provoca que el profesor tenga serios problemas para enseñar a los que verdaderamente quieren aprender, no como antes, y este cambio provoca un cierto malestar a todas luces evidente… En aquellos años, en mi primera etapa fui feliz, muy feliz; había emprendido, así lo consideraba, una aventura, pero la afrontaba con mucha ilusión, incluso con pasión, pero todo esto implica la predisposición del alumno y si tal premisa no se da, el trabajo queda muy limitado.
Sobre todo cuando el profesor quiere ser educador.
Efectivamente, el profesor, a mi modo de ver, tiene un doble cometido, enseñar y educar y si en ésta doble función te ves coartado poco o nada puedes hacer; particularmente siempre intenté ser amigo de mis alumnos, pero manteniendo ambos nuestros respectivos roles; yo no era su "colega" sino su profesor que a la par buscaba ser un referente para ellos.
¿Algún secretillo sí que tendrás?
Además de cuanto te he dicho siempre busqué dar un mensaje en positivo, nunca negativo y además por encima del alumno nunca olvidé que estaba la persona, de ahí que el respeto, que debe ser recíproco, es para mí una de las condiciones indispensables para ir haciendo camino.
Al jubilarte, ¿te sentiste liberado?
No tenía miedo a la jubilación porque la consideraba como un razonable y lógico punto final; además hay algunos detalles significativos como el hecho de que siempre creí en "la fuerza de la palabra", que me funcionó de maravilla hasta que posteriormente tuve que utilizar "la fuerza de la razón", y si era necesario imponerme a la brava y aunque mantuve la ilusión hasta el último día, hasta la última clase, la carga de tensión que vas acumulando es tal que te va minando y acoges la jubilación como un merecido descanso.
¿Existen diferencias entre ellas y ellos?
La hay; ellas las chicas, tienen por lo general, más ilusión y aportan una mayor sensibilidad; por su parte, ellos los alumnos son más competitivos y más jaraneros. En aquellos grupos -cursos- en que hay más presencia femenina existe mayor tranquilidad e incluso respeto que en las clases en que la mayoría de alumnos es masculina.
¿Son los padres como eran?
Aquí radica el "caballo de batalla", el trabajo del maestro debe estar respaldado por la confianza que recibe de la familia; de ahí que escuela, familia y entorno sean imprescindibles para llevar a término y eficazmente "sa tasca educativa"; desgraciadamente hoy no siempre existe una relación positiva entre la familia y el personal docente; además no podemos olvidar que la juventud es el fiel reflejo de la sociedad.
Móviles, televisión, internet… ¿Herramientas útiles o …?
Deberían ser herramientas útiles, pero no siempre lo son; la televisión, en general, es poco educativa e incluso en ocasiones deforma la realidad; las redes sociales, internet, es de por sí útil siempre y cuando no degenere en adicción, detalle éste que sirve no solo para los jóvenes sino también para los adultos… con el móvil ¿Qué he de decirte? Si se utiliza convenientemente es un instrumento positivo, no así el abuso incontrolado del mismo.
En ocasiones digo que la televisión que nos ofrecen no ha fomentado la lectura porque su nivel, salvo excepciones, es intelectual y moralmente bajísimo.
Estoy contigo, pero tiene una gran fuerza de atracción y a mucha gente les resulta difícil prescindir de ella.
La política, con mayúsculas, ¿te interesa?
Sí, como a cualquier ciudadano interesado en que su ciudad, su autonomía y su país vayan mejorando; sin embargo la entiendo como un acto de servicio. Lo otro, las actuaciones de determinados políticos carentes de dignidad desprestigian esta loable actividad; además tales actuaciones hacen que todos los políticos sean medidos con el mismo rasero, perjudicando a los políticos intachables y honrados a carta cabal que los hay e incluso pienso que son mayoría..
Recientemente algunos compañeros tuyos se han lanzado al ruedo. ¿No crees que sería éste un momento oportuno para que tú también dieras el salto?
De hecho ya lo di, recordarás que fui el número 2, por detrás de Ramón Orfila, en la lista electoral del PSM para el Consell y también iba, en un puesto de relleno, en la del Ayuntamiento de Maó, lista que encabezaba Pilar Pons, e iba como independiente; en aquella ocasión no salí elegido y ya no he vuelto a repetir… También diré que ningún partido me ha vuelto a llamar.
Los políticos, en general, ¿están en sintonía con el pueblo o se creen unos iluminados?
A la mayoría de ellos les falta sensibilidad; pisar la calle y ser más receptivos con las propuestas de la ciudadanía, pero, repito, son poco sensibles y hacen oídos sordos a las demandas del pueblo.
Recuerdo que tú de chaval eras de la Unión; de ahí mi doble pregunta. ¿Te sigue gustando el fútbol? ¿Cuál fue tu postura con relación a la fusión?
Efectivamente, era de la Unión, como lo era mi padre… En cuanto a la fusión, que recuerdo perfectamente cuando se fraguó porque se produjo en el año en que me casé, (1974) y debo decirte que era y soy partidario de la fusión hasta el extremo de que en aquel momento me hice socio y hoy sigo siéndolo, como verás me sigue gustando el fútbol y disfruto viendo algunos de los partidos que la televisión da en abierto y aquí en directo.
Por lo que veo eres un "sufridor" cerebral.
Sí, porque quiero que el Sporting gane siempre, pero como debe ser además considero que la Segunda B es la categoría en la que encajamos perfectamente, digamos que es nuestro techo.
Católico, apostólico y colaborador-presentador de "Humans" de la Televisió Menorquina.
Aciertas en todo; Toni Fullana, responsable de "Humans", me propuso colaborar en este espacio de la TVM, concretamente en lo que se refiere a las entrevistas y, dada mi disponibilidad, acepté; en parte porque el espacio me interesaba, con solo analizar el nombre es suficiente para conocer su "perfil" y aquí me tienes, aportando toda la ilusión posible a un programa vinculado al ámbito eclesial que llega a muchas personas y que abarca bastante más que las entrevistas que preparo y presento.
El Evangelio tiene para mí, como para cualquier cristiano, una importancia vital; de sus parábolas, todas maravillosas, hay una de una especial dimensión humana, la del samaritano; de ella valoro lo que significa "prójimo" y "caridad-amor", lo que me lleva a preguntarte si no crees que la Iglesia, con relación a la caridad, se ha burocratizado.
Sí, aunque matizaría diciendo que la caridad hoy está muy regularizada, o más bien canalizada; es cierto que el samaritano no le pide al hermano que encuentra maltrecho en la cuneta, tras haber sido asaltado, ni el DNI u otro cualquier tipo de documentación, lo que hace es socorrerle sin más, pero la actualidad exige estar con los ojos abiertos y ser sumamente sensible, no solo para evitar "tomaduras de pelo" sino para captar las necesidades del prójimo porque en ocasiones existe un "buit" muy difícil de llenar.
Que entre todos deberíamos paliar.
Sí, y en cierta medida se hace porque también hay que destacar el compromiso social de las Administraciones, aunque por encima de todo esta labor yo destacaría la que realiza el voluntariado, hombres y mujeres que saben compartir y llenar este vacío no solo a nivel económico sino con su tiempo y su entrega a los demás.
La sociedad menorquina, ¿está por el compartir?
Lo está, incluso es innegable; no se trata de un tópico; nuestra Diócesis es de las que aportan más en cualquier tipo de campaña puntual, yo añadiría que puede que falte una mayor regularidad, incluso que fallemos en el día a día, pero el concepto de solidaridad en la sociedad menorquina es elevado.
Los cristianos, los que nos llamamos así, ¿en qué crees que hemos fallado?
En que no hemos sabido transmitir el mensaje evangélico, en que no hemos sido capaces de dar testimonio de nuestra fe e incluso de nuestra alegría por "sentirnos liberados, salvados por un Dios hecho Hombre".
¿Qué sientes ante la violencia machista?
Rabia e impotencia; para mí esta lacra es una prueba más de la soberbia y de falta de respeto, impotencia y rabia que me llevan a pensar que una parte de la sociedad está enferma, totalmente desquiciada.
¿Te preocupa el creciente fundamentalismo?
Mucho y considero que es una espiral difícil de atajar e incluso de controlar; para mí el fundamentalismo nace del fanatismo que implica obsesión y me duele particularmente comprobar que la religión, cualquier religión, sirve como arma de combate para masacrar al "enemigo".
Ya en la recta final, debemos incidir, porque de no hacerlo alguien nos exigirá "responsabilidades", en una de tus aficiones, me refiero a tu vinculación al Cor Illa de Menorca, del que actualmente eres su presidente.
Presidente y miembro del coro… Lo segundo fue primero, es decir, cantaba en dicho coro cuando en el año 2008 me propusieron asumir la presidencia y como acababa de jubilarme acepté de mil amores, porque consideré que debía hacerlo para contribuir con ello a su fortalecimiento y continuidad.
¿Muchos socios?
Sobre 150; ya sabes que en Menorca existe una gran afición por todo lo relacionado con la música y nuestra entidad no es ajena a dicha afición hasta el punto de que componemos el coro unas sesenta personas, que bajo la batuta de Antoni Pons Morlá y de la directora del coro Martina Garriga, vamos haciendo camino con la máxima ilusión y lo mejor que podemos.
La siguiente pregunta no te pillará de sorpresa. ¿Qué le pides a la vida ahora que repetirás, por tercera vez, como abuelo?
Imagínatelo; salud para seguir disfrutando de mi familia y poder continuar cantando como hasta ahora en el Cor Illa de Menorca.
"… Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros"; aquel chaval se hizo hombre, maduró y fue sembrando, respeto, sensibilidad, responsabilidad y amor.
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