El Juzgado investiga la muerte de un joven de 22 años

El joven, Cristian Cotanda Taura, acudió al servicio de Urgencias el jueves día 20 por la mañana por un fuerte dolor en el pecho y en el brazo izquierdo. Según el relato de sus familiares, al joven se le practicaron una serie de análisis y se le citó para el día 24 para comprobar algunos de resultados. Explican que el fallecido había sufrido un año antes una dolencia en el hígado y que en Urgencias volvieron a ver que este órgano estaba inflamado, aunque esta circunstancia no fue tenida en cuenta por los médicos.

Sin someterlo a más pruebas, Cristian fue enviado a casa, pese a que no se encontraba nada bien. Al día siguiente se levantó pronto y al cabo de unos instantes falleció. La diligente actuación de los servicios del 061 no sirvió para reanimarle. Los familiares del joven aseguran que enseguida intuyeron que la atención médica recibida por Cristian en Urgencias no había sido la correcta, y más cuando conocieron el contenido del informe médico.

La Policía Judicial tomó cartas en el asunto y el cuerpo de Cristian fue puesto en manos del forense de los Juzgados de Maó. Las pruebas al cadáver aún continúan, cuando ha pasado más de una semana después del óbito, y es posible que se prolonguen unos pocos días más. No será hasta después de que concluyan estas pruebas cuando la familia podrá presentar la correspondiente denuncia, algo que harán con total seguridad, según uno de sus familiares directos que ya han puesto lo sucedido en manos de un abogado.

Esta misma persona se queja del trato recibido desde el IB-Salut cuando fue a pedir explicaciones por lo sucedido, donde ni siquiera pudo hablar con los médicos que atendieron a su pariente. Denuncia que su hermano no debía haber sido enviado a casa, dado su historial médico y los síntomas que presentaba, sin unas pruebas más contundentes.

Desde el IB-Salut no quisieron ayer comentar el caso y tan sólo confirmaron que está en manos del juez, con el que colaborarán en todo lo que requiera.