Tronco. Mide unos cuatro metros, cuenta con dos ostensibles ramas y fue hallado a la deriva por un pescador hace unas semanas - Javier

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La convivencia de varios niveles de administración pública sobre un mismo territorio (Unión Europea, Gobierno, Govern, Consell, ayuntamientos) genera en ocasiones conflictos competenciales que, no en pocos casos, derivan en un perjuicio para los ciudadanos. Algunas situaciones pasan desapercibidas porque afectan solo al retraso en un papeleo, a un dinero que no llega o a un permiso que no se concede. Otras veces sucede que el ciudadano simplemente no sabe a quien reclamar, a quien pedir explicaciones o soluciones, lo que se agrava cuando las puertas a las que toca no responden. Como ocurre en Es Grau. El lío competencial ha salido de las cavernas de la burocracia para manifestarse, de una manera muy visual, en forma de un tronco de árbol de unos cuatro metros de largo, que permanece amarrado en la zona de atraque de Cala Tap a la espera de que alguien se haga cargo de su retirada.

El tronco llegó a la urbanización de Maó hace aproximadamente un mes, cuando un barco de pesca dio con él en alta mar y lo arrastró hasta la costa con el loable fin de tenerlo controlado y que ningún compañero despistado topara con tan significativo residuo marino. Vamos, para que nadie se la pegara.

Acto seguido, los "grauers" de invierno, pescadores, vecinos y habituales de la zona, iniciaron un recorrido por distintos organismos oficiales para dar parte de la situación y que alguien, quien fuera, lo recogiera. Mientras tanto, y suponiendo que la retirada se demoraría unos pocos días, lo ataron al muelle para que no volviera a adentrarse en el mar.

Pasan los días y nadie responde. El árbol continua en Cala Tap. Con el viento se ha soltado parcialmente algunas veces, por lo que lo han tenido que volver a recoger. Si definitivamente se escapa, el riesgo, dicen los pescadores de la zona, de que cause un accidente es real. Pero nadie responde a sus llamadas.

Lo han intentado, aseguran los denunciantes, con Demarcación de Costas, Comandancia de Marina, el IBANAT e incluso los técnicos que se encargan del Parc Natural de s'Albufera des Grau. No hay respuesta efectiva, como demuestra el hecho que el tronco de árbol siga allí, con sus dos resistentes ramas, aguantando los temporales recientes que han puesto a prueba la resistencia del dispositivo improvisado por los propios vecinos y pescadores.

"Si se suelta del todo y hay un accidente, ¿de quien será la culpa", comentan. Interrogante. Lo dicho, un lío de competencias.