En el entorno más cercano de las grandes ciudades existen determinados "enclaves" que por sus peculiaridades se han convertido en lugares casi emblemáticos, donde quienes conocen su emplazamiento gozan de toda una serie de "privilegios", como suelen ser una excelente cocina casera, elaborada con la sencillez de antaño, un exquisito trato y un ambiente peculiar que les convierte en especiales. Aquí también existen, el Casino de Sant Climent es uno de ellos, en el que una tradición heredada de padres a hijos, después de más de 50 años, sigue manteniéndose bajo la atenta mirada de Pedro Cardona Gomila que, de transportista, se convirtió en restaurador.
Me dices que naciste en el 35 pero que…
En mi DNI figura el 36; ignoro el motivo de ello, pero, oficialmente tengo un año menos de edad.
Naciste en un tiempo en que España se debatía en una guerra fratricida. ¿Recuerdas algo de aquella época?
Poco, casi nada, mis padres y yo, la familia, vivíamos en Formet Vell y nos refugiábamos en una cueva de dicho predio que prácticamente convertimos en nuestro "hogar habitual".
Luego seguisteis vinculados a "sa feina de pagès", porque tu padre buscó siempre dar un paso más para mejorar. ¿Cierto?
Del todo, de Formet Vell, pasamos a Alcalfar Vell, luego a otro predio, Turó Petit y posteriormente a Cugonet.
Y tú "ayudando" en todas aquellas tareas que por tu edad podías asumir.
Efectivamente, por lo que mi etapa escolar fue muy breve; muy corta, aunque recuerdo perfectamente al maestro que ejercía su labor pedagógica en Sant Climent, era don Llorenç Hernández Pons, una excelente persona.
¿Te dedicaste a "fer de pagès"?
Mis inicios profesionales fueron estos pero en cuando pude me convertí en transportista, adquirí un camión y durante diez años me dediqué a ello, un trabajo que me gustaba pero que dejé por otro que consideré tenía un futuro más prometedor.
Creo recordar que tus suegros regentaban "es Casino". ¿Estoy en lo cierto?
Lo estás; y al morir mi suegro, mi cuñado y mi suegra, su madre, siguieron en el negocio, hasta que en el año 75 vendí el camión a "Doga" y con el dinero obtenido pagué la entrada estipulada para la adquisición del local, y aquí me tienes, cambié de oficio dejando definitivamente aparcada mi etapa de transportista.
En una nebulosa me aparece un nombre, "es chileno", enraizado con la familia Villalonga, de Cas Tix.
Claro, él era el propietario del Casino, uno de los hermanos Villalonga que había emigrado a Chile, país al que regresó tras vender su local a mi suegro.
En aquellos años, ¿cómo se vivía en Sant Climent?
La cosa era "molt magra", los años de la posguerra fueron muy difíciles, aquí y en todas partes, pero dadas las características de Sant Climent, donde se vivía casi exclusivamente del campo, todavía lo era más.
Con la "diligencia" al estilo del oeste americano, que unía Maó y Sant Climent.
Así era, la carretera tardó muchísimo en ser asfaltada, era de tierra y "Candro" con lo que tú llamas "diligencia", una tartana tirada por caballos, era el responsable de entrelazar los dos pueblos.
Un inolvidable amigo y compañero de trabajo, casado con una "santclimentera" decía, con su gracia habitual, que los primeros relojes de petaca que se vieron en Menorca estaban en manos de los payeses de Sant Climent. ¿Sabes a que me refiero?
Al contrabando; como te he dicho eran tiempos difíciles y todos íbamos a la "caza" de un duro, y el contrabando era una forma fácil, relativamente, de conseguirlo; tabaco, relojes, prendas de nylon y poco más eran los "artículos" que se desembarcaban en las playas de la zona y que luego eran escondidos para su posterior venta.
Se comenta -vox populi- que medio Sant Climent y todos los payeses del término estaban metidos en este negocio.
Quien más quien menos lo estaba y algunos "zulos", lo diré así, siguen ahí como recordatorio de aquel ayer en que algunos salieron mejor librados que otros.
La calidad de vida de Sant Climent, de tu pueblo, ha sido y es envidiable, porque aquí, incluso en los años difíciles, teníais no solo tranquilidad sino incluso un equipo de baloncesto y los bailes dominicales en la plaza.
Sí, el "San Clemente", un equipo muy fuerte, luchador y con buen basket; de aquel equipo recuerdo a Onofre Pons Moll, a Nicolás Camps Huguet, a Joan Sintes, a Celestino Sintes, a Joan Villalonga Morro, de "Cas Tix" y a Pedro Tudurí; también estaba involucrado en este mundillo Rafael Camps, en "Rafel de sa botiga", que en los bailes de la plaza, era uno de los músicos habituales puede que incluso fuera uno de los promotores.
¿Quienes los organizaban?
El "Casino", había que mantener es "caliu" para que el negocio saliera a flote y esto era una forma de conseguirlo.
La llegada del turismo significó, para Menorca, el pistoletazo de salida hacia la modernidad, incluso trajo una mejoría económica. ¿Qué representó para Sant Climent?
Muchísimo sobre todo el turismo británico, concretamente el inglés, que conectó con gran rapidez con la forma de ser del pueblo; además trajo una bocanada de aire fresco, de modernidad que en aquellos momentos necesitábamos.
Además calibraron muy positivamente la calidad de vida de aquí, como también vuestra forma de ser.
Sí, con una ventaja añadida, la que se deriva que se establecieron, muchos permanentemente, en las urbanizaciones locales, Binixíquer, Son Vitamina y sobre todo Cala en Porter, que conforman como una comunidad que tiene a Sant Climent como referencia, no solo el Casino sino también los comercios locales, como "es forns", las tiendas y no digamos "Cas Tix".
Todo cuanto dices es cierto, pero "es Casino" es punto y aparte.
Lo es, sobre todo desde que apostamos por el Jazz Club, aquello abrió todavía más la puerta hacia una integración total.
¿Cómo funciona el Jazz Club?
Cada martes, de mayo a octubre, ofrecemos sesiones en directo de jazz en un ambiente muy cálido y en que todos disfrutan de la música en vivo; en sus inicios la recaudación se destinó a la compra de sillas de ruedas y material ortopédico para aquellas personas que lo necesitaban luego y con posterioridad hemos acordado una fórmula más comercial que satisface a ambas partes, a los músicos y a nosotros.
Volviendo a ciertas situaciones superadas, ¿cuéntame lo del teléfono único?
Parece de risa pero era así; en "es Casino" se instaló un teléfono que daba cobertura a todo el pueblo, teléfono cuyo coste asumía el Ayuntamiento y que sirvió para solucionar muchas urgencias; también puedo hablarte del alcalde pedáneo que era el representante directo del alcalde del municipio.
Las actuales circunstancias han convertido Sant Climent en una barriada más de Maó pero con personalidad propia, la "vida" del Casino es una prueba de ello, pero contáis con pocas "industrias" que generen puestos de trabajo.
Cierto, aquí de puestos de trabajo solo existen los que generan los comercios locales y alguna empresa como es Can Bernat, además de otras que se dedican al ámbito turístico como pueden ser las de jardinería y mantenimiento de chalés, pero mucha gente trabaja en Maó y vive aquí sobre todo por la proximidad.
Volvemos a la calidad de vida.
Porque es evidente, aquí puedes llegar a saborear la tranquilidad y esto es muy positivo en un tiempo en que las presiones y la prisa son excesivas.
Con muchos "puntos negros" superados.
Efectivamente, la mayor cobertura en lo que a la oferta escolar se refiere, como a la deportivo en la que "es Casino" cuenta con un equipo de fútbol 7.
Y vuestros clientes, ¿son mayoritariamente locales o foráneos?
De todo; nuestra clientela es variada, en la temporada turística notamos el incremento del número de comensales extranjeros, pero a diario la clientela es muy diversa, de aquí, de Maó y de cualquier pueblo de la Isla; además disponemos, como tú sabes, de menú diario y a la carta y una gran variedad de tapas y bocadillos lo cual nos lleva, junto a la atención que prestamos en el mostrador del bar, a un trabajo con pocas pausas.
¿En qué año adquiriste la propiedad en solitario?
En 1984; en dicho año mi mujer y yo iniciamos el camino en solitario, aunque paulatinamente los hijos fueron incorporándose al negocio y posteriormente, al fallecer su madre, mi mujer, constituimos una sociedad que cubriera todos los aspectos legales para el perfecto funcionamiento de una "empresa" como esta.
Tres hijos y una chica. ¿La mimada?
Algo de ello hay, al menos sus hermanos lo dicen pero ahora con los seis nietos la cosa ha cambiado.
Seis nietos, concretamente tres chavales y tres niñas…
Sí, los tres hijos en este aspecto lo han hecho a la perfección, porque cada uno de ellos tiene la pareja, niño y niña.
¿Os ha afectado la Ley Antitabaco?
Siendo sincero debo decirte que no; todos los clientes han mantenido una actitud sumamente correcta, sin crearnos ningún tipo de problema, lo que sucede es que la terraza actualmente está más concurrida que antes, pero las leyes están para ser acatadas en beneficio de todos.
La crisis, que sigue viva, ¿la habéis notado?
Cualquier establecimiento como el nuestro se ha resentido pero nosotros la hemos capeado posiblemente por nuestras características de trabajo o por la amplia y variada oferta y a habernos ajustado a las circunstancias reales del cliente y del momento.
Una de las reivindicaciones del pueblo era poder construir viviendas, necesidad que creo se ha subsanado, al menos aparentemente. ¿Es así?
Hay que decir que sí, incluso actualmente, cosa que no era frecuente, hay viviendas o casas en venta.
Me has dicho que te gustaba la música, especialmente la de tus años juveniles y, ¿te gusta también el jazz?
Pues sí, no como a muchos de los habituales de las sesiones de los martes, pero poco a poco he ido apreciando esta música, aunque la melódica, la de mis años mozos, es mi preferida.
¿Te atrae la política?
No especialmente, la sigo y por la televisión y la prensa estoy más o menos informado y al día.
¿Sigues también el devenir de Menorca?
Sí, sobre todo a través de la prensa local y en ocasiones me causa una cierta preocupación, pero desde una postura optimista creo que iremos saliendo a flote.
¿Crees en el futuro y en la juventud?
Si te dijera que no con cuatro hijos y seis nietos sería poco congruente; creo en el futuro y en los jóvenes que, a la hora del relevo, sabrán "tirar des carro".
Y a la vida, ¿qué le pides?
Sobre todo salud, lo demás llegará a su debido tiempo.
Consecuente con sus raíces y principios Pedro Cardona Gomila, ha ido creando un pequeño "imperio", que ha asentado en el Casino de Sant Climent.
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