El servicio de descontaminación de envases se ubica en un nave en el Polígono Industrial de Es Castell. - Gemma

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El Instituto Tecnológico de la Bisutería (ITEB) ha habilitado un servicio de tratamiento de envases industriales en Menorca que se pondrá en marcha próximamente. Esta iniciativa pretende ofrecer al sector industrial de la isla un servicio de descontaminación de aquellos envases que, habiendo contenido sustancias tóxicas y peligrosas, son considerados por la legislación vigente como residuos especiales que se deben gestionar de manera concreta y adecuada.


Así lo han explicado este miércoles durante una visita a la nave ubicada en el Polígono Industrial de Es Castell el director general de Promoción Industrial del Govern, Antoni Femenias, la consellera de Economía y Medio Ambiente, Antònia Allès, el presidente del ITEB, Bartomeu Carrasco, y el director insular de la Agencia Menorca Reserva de la Biosfera, Josep Suárez.

La próxima puesta en marcha de este servicio es el resultado del proyecto trianual que el ITEB ha desarrollado con el apoyo económico del Consell de Menorca y de la Conselleria de Comercio, Industria y Energía del Ejecutivo autonómico. En concreto, la aportación de la administración insular, de 120.000 euros, ha sufragado el 55 por ciento del coste total, que alcanza los 218.191 euros, según ha señalado Allès.

Por su parte, Carrasco ha indicado que las labores del ITEB se han dividido en tres partes. La primera, orientada a la caracterización de los tipos de envases objeto de recogida y gestión y al estudio de los volúmenes generados, reveló el predominio de los envases de plástico con capacidad inferior a los 25 litros utilizados en el almacenaje de aceites, grasas, disolventes o pinturas.

En la segunda fase se procedió al diseño de la planta de tratamiento y la implantación de la tecnología precisa para cada tipología de envases susceptibles de recogida. Es precisamente en la nave de la zona industrial de Es Castell, de 420 metros cuadrados, donde se habilitaron todos los recursos. La última fase del proyecto se centró en la definición de los modelos organizativos precisos para la prestación del servicio y en la obtención de los permisos y autorizaciones necesarias.

Finalmente, Carrasco ha remarcado que a raíz de la entrada en vigor del nuevo servicio se prevé que durante el primer año de funcionamiento de la planta reciban tratamiento cerca de 30.000 envases, de los cuales un 83 por ciento serán de plástico y el resto metálicos.