Los trabajadores públicos -que ya se movilizaron el pasado junio-, la enseñanza y la sanidad fueron fundamentales ayer en la escasa respuesta obtenida por la llamada a la huelga general en Menorca, un 48 por ciento, según los sindicatos mayoritarios, aunque esta cifra está muy alejada de las informaciones ofrecidas por las administraciones, las patronales y la sensación de la ciudadanía sobre la jornada. Las pequeñas y medianas empresas, así como el sector hotelero y turístico, tampoco secundaron el paro, en opinión de los secretarios generales de UGT y Comisiones Obreras (CCOO), Servando Pereira y Ramon Carreras respectivamente, por miedo a "las represalias o al despido" por parte de los empresarios, unas "coacciones" que contradicen, según los dirigentes de ambas centrales, las manifestaciones realizadas desde las patronales sobre la libertad de los empleados para unirse a la huelga. "Un miedo ligado a la precariedad laboral seguramente", afirmó Carreras, "y que indica que el sistema democrático está tocado de manera muy seria".
Según el secretario general de UGT, Servando Pereira, en algunos hoteles los trabajadores "encontraron un papel en el que se les advertía que se atuvieran a las consecuencias si hacían huelga", y en supermercados de Maó "estuvieron a punto de cerrar pero no lo hicieron al hablar con los encargados".
Los sindicatos cifraron el seguimiento del paro en el Consell insular en un 50 por ciento en el turno de mañana, y en un 20 por ciento en Educación Primaria y en Secundaria. Los comedores escolares que se abastecen mediante empresas de catering también cerraron, según las centrales, no así aquellos que disponen de cocina propia.
En la sanidad la convocatoria fracasó, tal y como admitieron los líderes de UGT y CCOO en una primera valoración de la jornada. El seguimiento fue un éxito, según afirmaron, en la fábrica de Quesería Menorquina en Maó -un 98 por ciento en el turno de día y un 80 por ciento en el de la noche-, así como en el sector de la limpieza (80 por ciento) y en el de las ambulancias, en el que, según las fuentes sindicales, sólo funcionaron los servicios mínimos.
También la recogida de basuras logró paralizarse, afirmaron los sindicalistas, con un sólo camión que salió de las cocheras de Ciutadella para realizar el servicio. No obstante, algunos municipios, como el de Maó, no notaron tanto los efectos de la huelga, pese a que muchos contenedores estuvieran llenos a media jornada, porque se incrementó el servicio el martes, antes de que se iniciara la huelga, según informaron desde el Ayuntamiento.
Más movilizaciones
En comparación con la última huelga general -convocada en 2002 durante el Gobierno del PP-, los sindicatos consideraron que la respuesta fue positiva, ya que se lograron "parar" servicios como el de las basuras y la Inspección Técnica de Vehículos, y se aumentó el seguimiento en una empresa como Quesería.
Los dirigentes de UGT y CCOO declararon que la campaña de movilizaciones contra la reforma laboral no finalizará con la huelga general, y recordaron que la política del Gobierno, como sucedió en 2002, se puede rectificar, aunque "no será en un día o en un mes, porque el decreto de Aznar se aprobó en abril, la huelga se realizó en junio y la modificación llegó en octubre", afirmó Carreras.
Sobre el seguimiento del paro en la Administración -que el Consell rebajó a un 11,5 por ciento en el turno de mañana-, el líder de CCOO recordó que el recorte salarial aplicado a los trabajadores públicos, sumado al hecho de que la jornada de huelga supone el descuento de la nómina de un día de trabajo, pudo reducir la participación en el paro.
Preguntados sobre el coste de la huelga en los salarios de los sindicalistas, Servando Pereira señaló que él no es liberado y que, como empleado de una empresa de seguridad, verá recortado en su nómina el día de huelga. El secretario general de CCOO por su parte, Ramon Carreras, declaró que "a los trabajadores no se les regala nada" y añadió que el día de huelga "no es festivo sino de lucha y reivindicación".
Sin problemas
El Govern balear destacó en un comunicado que la jornada de huelga se desarrolló sin incidentes en la Comunidad y de manera "pacífica", al tiempo que constató el bajo seguimiento de la misma y el hecho de que se cumplieran los servicios mínimos con normalidad. El Ejecutivo destacó el seguimiento del paro en el sector del transporte y en el consumo eléctrico, que se redujo un 13 por ciento hasta las 14,30 horas.
Por su parte, las centrales UGT y CCOO en Palma señalaron que el seguimiento de la huelga descendió del 70 por ciento registrado a las 8 horas hasta un 68 por ciento a las 16 horas, a la vez que confirmaron la baja incidencia en el sector público.
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