"Antes de tratar como idiota a una persona se lo pensará dos veces"

La gran sorpresa y descubrimiento fue el actor Agustín Jiménez que protagoniza a Francisco Piñón, el idiota de turno, que cautivó al público por entero ya desde sus primeros pasos sobre el escenario. Josema Yuste ya lo había advertido en una entrevista previa a la representación de antenoche: "Es una de aquellas personas que nace siendo artista", y en artista se ha convertido, o es que ya lo era con sus monólogos y espectáculos de payaso que quedarán en segundo plano, porque el teatro no debe prescindir de él.

El señor Bermúdez, a quien interpreta Josema Yuste, sentenciaba al inicio de la velada: "Los desgraciados están para reírse de ellos", pero ya se sabe que quien ríe el último ríe mejor y su invitado de honor, el idiota, le hará perder la paciencia en todos los sentidos. Bermúdez creía tenerlo todo en la vida. pero al final llega a la conclusión que "los que lo creemos tenerlo todo, en el fondo, tenemos un vacío. Ellos (los idiotas) tienen verdaderas ilusiones". Como le responde su invitado, "a partir de ahora antes de tratar como idiota a una persona se lo pensará dos veces".

Una comedia con lección moral, pero sobretodo con mucho divertimiento. A los protagonistas los acompañaban otros personajes interpretados por Félix Álvarez "Felisuco", María José del Valle, Carles Moreu y Natalia Ruiz que a su vez también hicieron sus gracias, sobretodo el inspector de Hacienda que al acabar la función pidió el recibo de los pendientes de una mujer sentada entre el público. Lo hizo después de que Josema Yuste quisiera dedicar unas palabras a los que considera sus conciudadanos y amigos "llevo treinta años veraneando aquí y me encuentro muy a gusto, os doy las gracias por haber venido".